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El consejero delegado de Acerinox: “Discutiremos en el consejo una subida del dividendo”

“Discutiremos en el consejo una subida del dividendo”

David Fernández
Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, posa tras la entrevista en la sede de la empresa en Madrid
Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, posa tras la entrevista en la sede de la empresa en MadridANDREA COMAS

Bernardo Velázquez (Madrid, 1962) lleva 28 años en Acerinox, el quinto productor mundial de acero inoxidable, y desde 2010 ejerce como consejero delegado. Tras guiar al grupo durante la Gran Recesión, ahora se enfrenta a nuevas incertidumbres económicas y a la invasión del mercado siderúrgico por parte de China.

Pregunta. Las acciones de Acerinox caen más de un 25% en el último mes y medio. ¿A qué lo atribuye?

Respuesta. Los resultados del tercer trimestre fueron buenos, pero también avisamos de que la última parte del año iba a ser un poco más floja. El castigo es excesivo, el mercado ahora está muy sensible. Caemos menos que la competencia, pero eso no es consuelo. Espero que cuanto se vea que el ajuste del cuatro trimestre no ha sido tan grande y que las perspectivas para 2019 siguen siendo buenas corrijamos esta situación. Nuestras previsiones dicen que todavía nos quedan años de crecimiento.

P. Hablando de los resultados, ¿podría concretar cómo esperan que sea el cuarto trimestre y el próximo curso?

R. Tenemos aún pendiente cerrar el presupuesto. Sin embargo, sí tenemos algunas pinceladas. Hay mayor incertidumbre económica y eso arrastra a la baja el precio de las materias primas. En una situación así, como el precio del acero inoxidable lleva incorporados los precios de estos materiales, los clientes aguantan sus compras para que éstas les salgan más baratas. Esta espiral se ha acelerado después del verano. Sin embargo, estamos tranquilos porque las perspectivas de los sectores de consumo con los que trabajamos son buenas, sobre todo en EE UU. Las previsiones de industrias como electrodomésticos, automóvil o construcción son buenas por lo que pensamos que el próximo año nos recuperaremos.

“Cuando pedimos proteccionismo es porque no todos juegan con las mismas reglas”

P. El aumento de las medidas proteccionistas, ¿cómo afectan a Acerinox?

R. En nuestro sector convivimos a diario con las batallas comerciales, forman parte de nuestra estrategia y buscamos áreas con menos trabas. Lo que sí pedimos es reciprocidad en las medidas. Si la UE tiene cero aranceles con India, lo normal que este país tuviera la misma política, cosa que no sucede. Además, hay que tener en cuenta la irrupción de China, que ha pasado de producir el 3% del acero inoxidable mundial en 2000 a tener una cuota de mercado del 54% en 2017. Es un cambio bestial que altera todos los flujos comerciales tradicionales.

P. ¿Es solo China el malo de esta película?

R. Debido a este cambio, Europa se convierte en receptor de metales en lugar de exportador. Todo el sector se tiene que reconvertir, bajar personal... ¿Es justa esta situación? Creo que no porque las reglas del juego no son iguales para todos. Cuando pedimos proteccionismo no es porque sea una medida que nos guste, sino porque, si no puedes tener las mismas reglas, el juego ya no vale. Me refiero a temas como los requisitos medioambientales o la transparencia en las subvenciones. El riesgo si seguimos así es que desaparezcan fabricantes locales. No entro en consideraciones económicas o políticas, porque no es mi tema, pero en lo que se refiere al acero inoxidable, con las protecciones arancelarias en países como EE UU se ha logrado estabilidad de precios.

P. ¿Apoya entonces la idea comercial de Donald Trump?

R. No apoyo sus medidas, lo que sí creo es que deberíamos luchar en el origen del problema. Esta situación tiene la ventaja de que en foros como la OMC o el G-20 se empieza a discutir la situación de sobrecapacidad de acero inoxidable que ha creado China .

P. ¿Prevé que el aumento de la demanda puede compensar ese exceso de oferta?

R. Tenemos un mercado que avanza de forma sana a un ritmo del 7% en los últimos diez años. El crecimiento que prevemos viene por dos vías. La primera son las nuevas aplicaciones del acero inoxidable en los países desarrollados. Además, en el caso de los mercados emergentes, cuanto mayor grado de bienestar se tiene mayor es la demanda de este producto.

P. Los inventarios del grupo están por encima de la media de los últimos años, ¿por qué?

R. Vivimos en un mundo muy volátil. Ahora hay mayor incertidumbre, pero durante la primera parte del año los clientes calculaban precios más altos para el acero y adelantaron sus compras. Lo difícil es sabe cuándo se llega a una situación de exceso en los inventarios. En cualquier caso, siempre se corrige con la estabilización de los precios en las materias primas.

“Un dólar fuerte nos beneficia, pero también puede atraer más importaciones”

P. ¿Cómo espera que evolucione el precio del acero inoxidable en 2019?

R. Creo que con las nuevas fuentes que hay de níquel vamos a lograr mayor estabilidad. Atravesamos una situación parecida a la del sector petrolero y el fracking. En China y en Indonesia han surgido fabricantes de níquel pig iron, con estructuras más ligeras y que pueden variar con facilidad los componentes de la aleación, lo que sirve de corrector para el precio del níquel.

P. Acerinox tiene una gran exposición a EE UU. ¿Se sienten cómodos con el tipo de cambio?

R. En general, nos favorece un dólar fuerte por el simple hecho del impacto en nuestra cuenta de resultados, que es en euros. Lo malo de esta situación es que también puede atraer importaciones de acero inoxidable. Gran parte de los aranceles que se han impuesto a China se han compensado por la depreciación del yuan.

P. Las inversiones se mantienen estables en torno a los 170 millones anuales. ¿Cuáles son las preferencias para el gasto?

R. El exceso de capacidad del mercado impide crear nuevas unidades de producción. Intentamos invertir en equipos que nos permitan aumentar la utilización de nuestra capacidad y que nos proporcionen ahorros desde el punto de vista operativo.

P. En 2017, tras cuatro años con ‘scrip dividend’, retomaron la retribución en efectivo. Ahora reparten 0,45 euros por acción. Teniendo en cuenta su solidez financiera y la límites para la inversión por el exceso de capacidad, ¿piensan aumentar el dividendo?

R. Es un tema que tenemos pendiente y que discutiremos en el consejo para ver si lo proponemos en la junta de accionistas. Lo normal es que, una vez nos sintamos cómodos con el pago en efectivo y veamos que es sostenible, propongamos una mejora.

P. ¿Sería en efectivo o aprovecharían para amortizar el excedente de acciones que se generó con el ‘scrip’?

R. Cualquiera de las dos fórmulas que plantea serían buenas.

Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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