Los resultados del segundo trimestre serán decisivos
El inversor ha de estar preparado para eventos como una subida de tipos generalizada
Desde el punto de vista económico y de mercados, el segundo trimestre del año nos ha dado varias paladas de cal y otras tantas de arena. En general, los datos consolidados siguen apuntando a una economía global que continúa ganando tracción, especialmente en Europa y algunos emergentes. Por otra parte, los datos de expectativas han sufrido un cierto bache que nos lleva a pensar que la curva de la recuperación puede perder algo de pendiente en la segunda mitad del año.
Por el momento, no parece muy cuestionable que el escenario a medio plazo es de cierta bonanza, pero, al mismo tiempo, la valoración de las bolsas y las expectativas de beneficios empresariales llevan a pensar que estos factores ya están en precio. No se trata tanto de cuestionar la rentabilidad actual de las compañías, sino su capacidad para seguir acelerando, que es lo que realmente gusta a los mercados: ser sorprendidos positivamente.
Y precisamente estos días comienza la temporada de resultados en Estados Unidos. Con los mercados en zona de máximos y una expectativa de crecimiento en beneficio de dos dígitos, que muy probablemente se cumpla, pero que, en mi opinión, difícilmente traerá sorpresas al alza. Esa será la prueba del algodón para enfrentar la segunda mitad del año, donde algunos factores tradicionalmente mal percibidos por las bolsas, como las subidas de los tipos de interés, pueden hacerse presentes con mayor intensidad.
La combinación de lo anterior, es decir, unas bolsas apoyadas en un buen comportamiento económico, pero con buena parte de la expectativa de mejora en precio, nos hace tomar un posicionamiento neutral ante las próximas semanas. Pero, al mismo tiempo, el escenario de subida en los tipos de interés puede generar importantes divergencias entre sectores, que pueden ser bien aprovechadas a través de una gestión activa para generar valor en las carteras.
Preferimos sectores cíclicos, expuestos al escenario de recuperación de la actividad y los precios, y, dentro de ellos, compañías con modelos de negocio sólidos con capacidad de fijación de precios para repercutir los incrementos en coste financiero e inflación, que suele derivar de las subidas de los tipos y la recuperación de la actividad. Y todo ello, a buen precio. ¿Es la cuadratura del círculo? Tal vez, pero la prudencia y la paciencia son las mejores aliadas, junto con la decisión para aprovechar oportunidades de compra cuando se producen.
En tipos de interés, cada vez parece más factible que el escenario en Europa puede cambiar a la vuelta del verano, y, especialmente, a principios del año que viene. Las posiciones en deuda europea deben ser de bajo riesgo y gestionadas de forma activa. Por tanto, máxima prudencia en este mercado, que afecta especialmente a los inversores más conservadores.
Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March.
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