“Estamos abiertos a adquisiciones”
El responsable de la entidad de capital andorrano habla del conturbado mercado bancario
Crèdit Andorrà se convirtió en el accionista mayoritario de Banco Alcalá en 2011. Bajo su control, esta entidad, especializada en servicios de banca privada, ha experimentado un crecimiento espectacular en el volumen de activos bajo gestión, pasando de 200 millones a más de 2.700. Hace un año Marcos Ojeda fue nombrado director general. Formado en la Universidad de Gales y en la London School of Economics, Ojeda desarrolló gran parte de su carrera profesional en el Banco Espírito Santo.
Pregunta. El mercado de banca privada en España es muy competitivo. ¿Cuál es el factor diferencial que ofrece Banco Alcalá?
Respuesta. Creo que tenemos tres cosas que nos hacen diferentes del resto de propuestas. En primer lugar, destacaría nuestra plantilla. Es gente muy motivada y con un alto orgullo de pertenencia. Esto hace que el servicio al cliente sea muy transparente. En segundo lugar, destacaría las capacidades internacionales que tiene el grupo al que pertenecemos. Si un cliente tiene alguna inquietud acerca de su patrimonio podemos ofrecerle soluciones, cumpliendo la normativa vigente, en otras jurisdicciones de manera ágil. Otro factor diferencial es nuestra capacidad financiera para nuestros clientes. Banco Alcalá cuenta con ficha bancaria y podemos apoyar a los clientes desde un punto de vista financiero.
P. ¿Cómo evitan los posibles conflictos de interés?
R. No tenemos productos propios salvo siete fondos de inversión que llevan en el banco desde sus orígenes. Trabajamos con una arquitectura completamente abierta: buscamos el mejor producto que haya en el mercado y que mejor encaje con el perfil de cada cliente.
P. ¿Cuál es el retrato robot del cliente de Banco Alcalá?
R. Suele ser un empresario que ha generado unos ahorros a lo largo de años de trabajo y que no tiene tiempo para gestionar ese patrimonio porque sigue al frente del negocio. Además, su objetivo es preservar el capital más que multiplicarlo. Nuestros clientes priman la seguridad a la rentabilidad, desean transmitir el capital a la siguiente generación batiendo a la inflación, pero sin sobresaltos.
P. ¿Cómo se preserva el patrimonio sin asumir riesgos en un entorno de tipos de interés tan bajos como el actual?
R. Es cierto que hoy por hoy ese objetivo no es tan sencillo de conseguir como lo era hace unos años. Sin embargo, nosotros nos sentimos fuertes en este contexto porque es donde un equipo profesional dedicado a la gestión de patrimonios puede aportar valor añadido. Con tipos al 0% o incluso negativos, para obtener rentabilidades hay que asumir algo más de riesgo.
P. Cuando una persona acude a un banco privado, ¿qué busca más, optimizar su patrimonio financieramente o hacerlo desde un punto de vista fiscal?
R. Es una combinación de las dos cosas. Al final lo que se persigue es una rentabilidad neta. Vaya por delante que nosotros siempre buscamos cumplir la normativa vigente, pero dentro de la legislación impositiva hay un mundo de opciones que pueden encajar con la estrategia del cliente y ayudarle a optimizar su rentabilidad financiera y fiscal.
P. Tienen una oficina en Panamá. ¿Les ha pasado factura la publicación de los denominados papeles de Panamá?
R. Cero. No nos ha afectado.
P. ¿Para qué tienen oficina en Panamá?
R. Bueno, vamos a ver... Nuestro accionista, Crèdit Andorrà, tiene filiales en diferentes países del mundo. Al final, la oficina de Panamá es una más. Insisto, si hay algo que para nosotros es fundamental es el estricto cumplimiento de la normativa vigente. Con esto quiero decir que el hecho de que alguien tenga una cuenta en Panamá no significa que sea un defraudador. Uno puede tener una cuenta donde quiera siempre que cumpla con la legislación.
P. ¿Sería más difícil la labor de la banca privada sin la existencia de paraísos fiscales?
R. Para nada. Además, la tendencia es que los paraísos fiscales vayan desapareciendo.
P. Esa tendencia empezó hace años pero nunca desaparecen del todo...
R. Bueno, pero muchos ya han desaparecido. El mundo ha cambiado mucho en este sentido. Las personas que no cumplen con sus obligaciones tributarias viven inquietas. Con las sanciones que se están imponiendo, vivir al margen de la legislación fiscal es una temeridad.
P. Banco Alcalá es propiedad de una entidad andorrana y la sombra de sospecha sobre operaciones de blanqueo se cierne sobre las entidades del principado. ¿Hay clientes que no quieren trabajar con ustedes no siendo que pueda surgir otro escándalo como el de Banco Madrid?
R. En 2015, año en el que estalla el caso BPA al que hace referencia, crecimos en 200 millones en patrimonio gestionado, cifra que estaba en línea con el objetivo previsto. Hubo algún efecto durante los primeros días, pero al final del ejercicio el impacto fue neutro. Pertenecemos a un grupo con una larguísima tradición y nos aprovechamos de su fortaleza financiera. Puede que algún cliente se muestre más preguntón, pero al final confían plenamente en nuestra manera de trabajar.
P. Se han marcado como objetivo llegar a 3.000 millones en 2018. ¿Cómo lo piensan lograr?
R. De dos formas. En primer lugar, seguimos buscando profesionales con experiencia y que sean capaces de sumar a nuestro proyecto. Por otro lado, estamos abiertos a adquisiciones que sean compatibles con nuestro modelo de negocio. Si surge alguna oportunidad, la estudiaremos.
P. En los últimos años han llegado a España numerosas fortunas latinoamericanas. ¿Es un segmento de clientes que ustedes trabajen?
R. La verdad es que tenemos muy pocos clientes de este tipo. Como somos muy rigurosos en materia de cumplimiento normativo, si no tenemos todo perfectamente documentado preferimos no abrir la relación.
P. ¿Han llegado a rechazar a clientes por dudas acerca del origen de su dinero?
R. Sí, hemos rechazado a alguno y, cumpliendo con la normativa, lo hemos comunicado a quien correspondía.
P. ¿Se puede beneficiar la banca privada española del Brexit?
R. Todavía es pronto para hacer valoraciones, pero podría ser una ventana de oportunidad. Londres es la principal plaza financiera, y si la City desaparece tal y como la conocemos hoy, surgirán oportunidades para los bancos continentales.
P. ¿En qué medida afectan las fintech a las entidades especializadas en gestión de patrimonios?
R. Por una cuestión generacional, la mayor parte de los altos patrimonios no están muy involucrados en los avances tecnológicos actualmente. Sin embargo, en los próximos años el cliente de banca privada va a ir evolucionando hacia el mundo digital. Es un proceso que no tiene marcha atrás. Por eso nos estamos preparando para ofrecerles un asesoramiento online acorde con sus necesidades. Es una de nuestras mayores preocupaciones en este momento.
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