Xiaomi lanza su cadena de tiendas que copian el estilo de las Apple Store
Ante la caída de su cuota de mercado, la marca china abandona la estrategia de ventas exclusivamente ‘online’
Xiaomi ha tomado una controvertida decisión que algunos han tachado de anacrónica y que parece atentar frontalmente contra su propia filosofía: abrirá hasta 300 grandes establecimientos propios en las principales ciudades chinas. Son locales que siguen claramente el estilo de las tiendas que Apple tiene en las principales ciudades del mundo. La compañía, que ha crecido exponencialmente gracias a su modelo de venta exclusivamente por Internet, trata de blindar su éxito a través de los canales tradicionales, justo cuando la competencia de fabricantes en su propio país se multiplica.
“Antes teníamos locales de servicio técnico en los que había algunos terminales de muestra, pero no estaban a la venta. Ahora queremos convertirlos en tiendas, a pesar de que somos conscientes de que es un modelo de negocio mucho más costoso. Queremos hacer un experimento y ver si nuestros productos también se pueden vender offline con éxito”, justificó el consejero delegado de la marca, Lei Jun, durante la presentación de este proyecto que comenzó a materializarse a finales del mes pasado en Pekín. “Nuestro objetivo es ser número uno”, disparó.
“La razón de que podamos ofrecer unos productos de tanta calidad a un precio tan bajo está en el hecho de que prescindimos del canal de distribución tradicional para vender exclusivamente en Internet”. Así de claro explicaba el presidente de Xiaomi, Lin Bin, la estrategia del fabricante chino de móviles en una entrevista concedida a EL PAÍS hace tres años, cuando la start up tecnológica todavía estaba lejos de convertirse en el gigante que es hoy. “Las tiendas físicas encarecen los productos entre un 30% y un 50%”, añadió Lin, que ya sacaba pecho entonces porque su tercer ‘smartphone’ —el Mi2S— se había convertido en uno de los modelos más vendidos de China.
Después el éxito de Xiaomi se ha hecho indiscutible. En los cinco años que han pasado desde que lanzó su primer terminal ha conseguido aumentar las ventas hasta los 70 millones de unidades del año pasado. Y multitud de marcas, tanto chinas como extranjeras, se han apuntado al modelo de comercio electrónico que tantas alegrías le ha dado a la empresa de Lin. Pero el mercado se ha estancado, el crecimiento de dos dígitos ha pasado a la historia, y ahora Xiaomi pierde cuota de mercado.
No en vano, según datos de IDC, en el primer trimestre del año la compañía ha sido superada por otras dos marcas chinas —Vivo y OPPO— y ha desaparecido del ‘top 5’ de ventas a nivel mundial. Eso quiere decir que, a pesar de su rápida internacionalización -sobre todo en India y el sudeste asiático-, Xiaomi supone menos del 4,5% de las ventas globales. Es, sin duda, un revés importante para quien tenía en su punto de mira a Apple y Samsung.
Clara inspiración Apple
Las nuevas tiendas Xiaomi Zhijia (la familia de Xiaomi) son locales impolutos en los que sus clientes pueden hacer algo que hasta ahora se les negaba: probar los productos. “Comprar por Internet está muy bien, y es muy práctico. Pero me gusta probar un producto tecnológico antes de adquirirlo. Por eso creo que la decisión es acertada”, comentaba hoy un joven apellidado Li que se ha acercado hasta la tienda que Xiaomi inauguró el pasado fin de semana en Shanghái para toquetear los nuevos móviles de la marca china. “Además, me parece un acierto que hayan decidido poner el servicio técnico al lado”.
Lo que a nadie se le escapa es la similitud existente entre los locales de Xiaomi y las tiendas de sus competidores. No en vano, hay varios elementos que recuerdan en exceso a las ‘Apple Store’: desde la disposición de los productos, con los móviles en el centro y los accesorios repartidos por el perímetro, hasta el diseño del espacio, casi diáfano y cerrado por grandes paredes de cristal. Incluso los empleados adoptan un uniforme informal en el que, eso sí, en vez de vestir la camiseta azul típica de la empresa estadounidense, lucen un polo rojo.
En las tiendas ‘Xiaomi Zhijia’ hay todo tipo de electrodomésticos: desde ollas para cocer arroz a purificadores de aire
No obstante, la tienda también sirve para certificar la asombrosa velocidad a la que Xiaomi está creando su ecosistema ‘inteligente’, un hecho que lo diferencia del resto. Aunque la empresa únicamente produce teléfonos, televisores y routers, invierte en una constelación de pequeñas start ups cuyos productos incorpora a su catálogo MiJia tras un estricto proceso de estandarización. El objetivo es cooperar hasta con un centenar de estas empresas, que desarrollan sus aparatos de forma que sean completamente compatibles con el ‘lenguaje’ y la estética de Xiaomi.
Así, en las baldas de la ‘Xiaomi Zhijia’ hay todo tipo de electrodomésticos: desde ollas para cocer arroz de 2.000 formas diferentes, hasta purificadores de aire y de agua, pasando por lámparas de colores, una báscula, un aparato para medir la tensión arterial, o conejos de peluche, que son los que mayor margen de beneficio dejan. “Nos hemos convertido en un bazar tecnológico”, sentenció Lei Jun durante la presentación la semana pasada del último móvil de Xiaomi, el Max. “Eso sí, todo lo que lleve nuestro logotipo tendrá como nexo común el smartphone, que servirá de mando a distancia universal para controlar todos nuestros aparatos”.
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