El abogado de Conde declara que el dinero era del suegro del exbanquero
Los agentes se incautaron de 160.000 euros en los registros efectuados en las empresas del exbanquero
El abogado Javier de la Vega, asesor de Mario Conde y la persona que supuestamente ayudó al exbanquero a traer de vuelta a España los millones que tenía ocultos en otros países y que en realidad se sospecha proceden del saqueo a Banesto, declaró ayer que ignoraba que el dinero repatriado tuviese un origen ilícito, según fuentes de la investigación. De la Vega agregó ante los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que la familia Conde le contó en su día, cuando contrató sus servicios, que el dinero procedía del padre de Lourdes Arroyo, esposa de Mario Conde, fallecida en 2007. Explicó que le comentaron que el suegro de Conde logró en vida hacer una gran fortuna en negocios en El Escorial (Madrid) y otras partes de España y que parte de ese patrimonio lo sacó fuera de España.
Letrado experto en gestiones comerciales nacionales e internacionales, De la Vega añadió que fue Lourdes Arroyo quien le contrató y de quien, hasta su muerte, recibió las instrucciones para las inversiones que se hicieron en España con el dinero repatriado. Y que, cuando esta falleció, el testigo pasó a las manos de la hija del matrimonio, Alejandra Conde, con quien mantuvo la relación profesional a partir de ese momento. El letrado indicó, a preguntas de los agentes, que nunca recibió instrucciones de Mario Conde. Alejandra Conde y su hermano Mario se hallan entre las ocho personas, incluido el expresidente de Banesto, detenidas el lunes por la Guardia Civil en el marco de la Operación Fénix.
Fuentes de la investigación sostienen, en cambio, que todos los indicios apuntan a que el dinero no era del suegro sino del propio Mario Conde y que este tejió una maraña de tres empresas en España y otras ocho en el extranjero (en Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suiza) de las que se sirvió para traer de vuelta a España cerca de 14 millones de euros mediante ficticias ampliaciones de capital suscritas por las firmas extranjeras en favor de las situadas en España. El dinero también llegó a España en forma de préstamos fingidos de unas a otras y como prestación de servicios inexistentes.
De la Vega se exculpó del blanqueo de capitales indicando que su labor se limitó a asesorar a la hija del exbanquero "sobre las inversiones" que esta (y antes su madre) hicieron en España y argumentó que él no intervino en la creación de las citadas sociedades ni imaginó, "ni tenía por qué saber", que los millones, como sostienen los investigadores, tenían una raíz ilícita. Él fue quien orientó a la familia, admitió, sobre las ampliaciones de capital que recibieron las sociedades de Mario Conde en España. Al frente de ellas, el exbanquero puso como testaferros a sus hijos y a empleados.
Según fuentes de la investigación, Conde tardó años en traer de vuelta el dinero. Lo hizo poco a poco. A partir de 1999, empezó por cantidades pequeñas (unos 3.000 euros) y luego fue incrementándolas cada año. Entre 2010 y 2011 repatrió dos millones de euros, según los citados medios.
Además de a De la Vega, la UCO interrogó ayer al resto de detenidos el pasado lunes en el marco de la Operación Fénix. Hoy serán puestos a disposición del juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso, Santiago Pedraz. Uno de los arrestados, Fernando Guasch Vega-Penichet, yerno de Conde y casado con su hija Alejandra, quedó en libertad tras prestar declaración en calidad de investigado (la figura que ha sustituido a la de imputado).
Tanto Conde como sus dos hijos, Mario y Alejandra, se negaron a declarar ante la Guardia Civil y previsiblemente lo harán este miércoles ante el juez. También fueron interrogados los tres de testaferros del exbanquero (Francisco de Asís Cuesta, María Cristina Álvarez y Roland Stanek). Conde los habría colocado al frente de sus sociedades con la finalidad de desviar la atención sobre la llegada del dinero que ocultaba en el extranjero.
El lunes, la Guardia Civil irrumpió en la casa del exbanquero y practicó un registro que se prolongó durante 14 horas en su casa de la calle de Triana de Madrid. También se hicieron registros en las sociedades de Conde y en varios de sus lujosos inmuebles. Los agentes intervinieron 160.000 euros en distintas sociedades. Después del registro, Conde fue conducido a los calabozos de la comandancia de de Tres Cantos, en cuyos calabozos pasó la noche del lunes al martes. Y este miércoles está previsto que sea interrogado por el juez Santiago Pedraz. Dada la gravedad de los delitos que se investigan (blanqueo de capitales, falsedad e insolvencia punible), Conde podría acabar de nuevo entre rejas. Ya estuvo preso durante once años por el caso Banesto por saquear unos 15 millones de euros de la entidad. El Tribunal Supremo le condenó a 20 años, pero solo cumplió 11 porque se acogió a los beneficios penitenciarios que establecía el ya derogado Código Penal de 1973.
La insolvencia punible que se le atribuye ahora es porque, tras salir de la cárcel, observó que las numerosas fincas que poseía en distintas partes de España (Galicia, Andalucía, Madrid y Castilla la Mancha) no le había sido embargadas (los tribunales se despistaron y no ejecutaron las correspondientes anotaciones de embargo en los registros, pese a que a la sentencia establecía del decomiso de los mismos). Y comenzó a hacer negocios. Hipotecó varias de ellas, lo que ha hecho inviables los embargos (insolvencia punible).
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