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OBITUARIO

Karl Albrecht, una de las últimas leyendas del milagro económico alemán

La cadena de supermercados Aldi, que fundó junto a su hermano en la posguerra, le convirtió en el hombre más rico de Alemania

Karl Albrecht, cofundador de los supermercados Aldi.
Karl Albrecht, cofundador de los supermercados Aldi.

Cuando Karl Albrecht y su hermano Theo regresaron de un campo de prisioneros aliado después de la II Guerra Mundial, se encontraron con un milagro que les ayudó a fundar el imperio que les hizo los hombres más ricos de Alemania: el pequeño local de comestibles de su madre en Essen seguía en pie, en medio de la ciudad devastada por las bombas aliadas. Karl Albrecht fallecía a los 94 años el pasado 16 de julio. Murió bajo la divisa que había presidido toda su vida: una discreción rayana en el secretismo. Con él desaparece quien era considerado el hombre más rico de Alemania, un hombre que tuvo hace ya más de medio siglo la genial idea de introducir el llamado “principio del descuento”, una fórmula destinada a mantener bajos los costes y también los precios, mediante un surtido limitado de productos en tiendas austeras en las que predominaba el autoservicio. La receta del éxito de los hermanos Albrecht era simple: ofrecer los precios más baratos sin ahorrar en la calidad, una idea que les permitió obtener enormes ganancias. Asi nació la cadena Aldi, acrónimo de Albrecht y Discount. La primera tienda con ese nombre fue abierta en 1962 y en menos de una década, los supermercados Aldi eran sinónimo de precios baratos y mercancías de buena calidad.

Karl y Theo Albrecht habían aprendido el oficio de vendedores cuando eran dos adolescentes que ayudaban a sus padres en el pequeño local de comestibles de un barrio obrero de Essen. Cuando no estaban detrás del mostrador, los hermanos recorrían las calles empedradas del barrio arrastrando un carro de madera con el que vendían bollos frescos.

El padre, un minero, había perdido su trabajo a causa del enfisema, una realidad que convenció a la madre, Anna, para abrir una tienda de alimentos en una casa adosada de ladrillo de cuatro pisos. Por un milagro, la casa sobrevivió a las bombas lanzadas por los aviones aliados sobre Essen, una ciudad altamente industrializada y que fue la sede del fabricante de armas Krupp.

Cuando los hermanos regresaron de la guerra se hicieron cargo de la tienda y, en menos de quince años, habían logrado crear más de 300 locales en todo el país. La idea central de vender barato en un país que luchaba por renacer de las ruinas convirtió a los hermanos Albrecht en los dos patriarcas del descuento.

Con Karl Albrecht desaparece, quizás, la última gran leyenda del milagro económico alemán, un hombre que, como anotó el director del periódico económico Handelsblatt, Gabort Steingart, probablemente hizo más por el bienestar de la clase trabajadora, que Mark, Lenin y Lafontaine. “Si la vida fuera justa, los dirigentes sindicales y el partido La Izquierda deberían sollozar ante su tumba”, añadió el periodista.

Cuando Aldi se convirtió en una marca de culto en la década de los noventa en Alemania y su premisa de vender barato era admirada incluso por las capas medias, Karl Albrecht introdujo en su imperio nuevas ideas. Las tiendas se renovaron y en sus estanterías había productos biológicos y alimentos para gourmets.

Otra estrategia que convirtió a Karl Albrecht en el hombre más rico de Alemania (19.000 millones de euros, según la revista Forbes) fue su firme decisión de nunca pedir dinero prestado a los bancos, una medida que le hizo indemne a las crisis financieras y bancarias que azotaron al país.

Karl Albrecht fue un millonario atípico. Su discreción era legendaria y se volvió casi en una religión cuando su hermano Theo fue secuestrado en 1971. Karl negoció directamente con los secuestradores y terminó pagando 7 millones de marcos para obtener su libertad.

El patriarca más grande la posguerra, como fue calificado por el FAZ, fue enterrado “sin pompa, sin discursos y sin público”, en un cementerio cercano a su casa de Essen, a pocos metros de la tumba de su hermano Theo.

 

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