¿Es más difícil encontrar piso en verano?

Son muchos los que necesitan o quieren cambiar de casa por diferentes motivos, como trabajo o estudios. En un momento en el que la financiación para la compra de viviendas está en proceso de recuperación, alquilar una vivienda puede ser la mejor opción para empezar una nueva vida. Según el Banco de España, en 2012 había un 13,5% de viviendas en alquiler en censo.

El precio del metro cuadrado para alquilar viviendas ha alcanzado en junio un precio de 6,88 euros según el portal fotocasa.es. Aunque durante el primer trimestre de 2014 el precio experimentó bajadas de precio, durante el segundo trimestre del año se ha incrementado un 1,5%. Con una situación en la que son cada vez más las viviendas en alquiler y el precio de éstas está en torno a los siete euros el metro cuadrado al mes, nos preguntamos cuál es el mejor momento para encontrar el piso perfecto con el que hacer de él tu hogar.

El verano, la mejor época

Claro está que la necesidad marca el momento de búsqueda de piso para alquilar. Sin embargo hay épocas del año en las que se encuentra una mayor oferta y por lo tanto un mejor precio, siempre teniendo en cuenta las características del inmueble. En concreto, el verano es esa estación en la que es más fácil encontrar esa vivienda que buscas.

¿Por qué? Llega el verano, muchos trabajadores estacionales y estudiantes abandonan la vivienda que hasta ahora ocupaban para volver a sus lugares de origen. Esto supone un aumento considerable de la oferta disponible para alquilar, y cuanta más oferta menor será el precio. Por lo tanto, se produce un aumento del número de arrendadores dispuestos a alquilar su vivienda, ya que una vivienda vacía es perder dinero. En general, y dependiendo del núcleo de población que sea, los meses de junio, julio y agosto son los mejores para la búsqueda de casa de alquiler.

Ventajas de alquilar

Frente a la compra de una vivienda, el alquiler tiene unas ventajas que hacen de ésta una opción interesante. En primer lugar no requiere de una gran inversión inicial, únicamente se precisa depositar una fianza y quizá algún gasto de gestión. En todo caso, dicha fianza se recupera en el momento de finalizar el contrato, si se cumple con lo acordado. Otra ventaja es la agilidad con la que el proceso se lleva a cabo, reduciendo los tiempos en los que la cabeza solo piensa en la vivienda. En este sentido, al alquilar se adecúa la forma de vida en función de las necesidades, pudiendo cambiar de casa con más facilidad.

Hasta la última reforma fiscal de la Ley del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas llevada a cabo por el Gobierno, alquilar tenía una ventaja fiscal, ya que se podía realizar una deducción por alquiler de la vivienda, sin embargo tras la reforma, esta deducción se elimina con el fin de equiparar la compra con el alquiler, ya que también se eliminó la deducción por la compra de vivienda.

Cambios en el perfil del inquilino

Según la compañía Alquiler Seguro a través de su estudio Perfil del Inquilino 2014, los rasgos que venían caracterizando de manera general al inquilino están cambiando. Anteriormente se trataban de inquilinos que eran jóvenes estudiantes que compartían piso, parejas o solteros viviendo de manera independiente. La realidad ahora es bien distinta, ese tipo de perfil mencionado anteriormente sigue existiendo, pero se le suma un perfil cuyas características son las de tener en torno a 30 años, ser ya propietario de un piso (es decir, tener una hipoteca), estar casado y disponer de un trabajo estable. Según este estudio, el 40,12% de los arrendatarios tiene entre 26 y 35 años, el 37,01% están casados y el 19,84% cuentan con un contrato indefinido.