Francia prefiere "alianzas a compras" en el caso Alstom
El ministro francés de Economía, Arnaud Montebourg, pidió hoy al grupo industrial Alstom que "trate por igual" las ofertas de la estadounidense General Electric y la alemana Siemens, pero mostró su preferencia por las "alianzas".
En la sesión de control al Gobierno en el Parlamento, Montebourg se mostró muy crítico con la dirección del grupo industrial, en el que están interesados General Electric y Siemens.
"Desde febrero vengo preguntando al presidente de Alstom, Patrick Kron, sobre sus proyectos de alianzas, y me ha dicho que no había. ¿Tengo que ir a su despacho con un detector de mentiras", explicó el ministro de Economía ante la pregunta de un diputado que le reprochó no haber anticipado la operación sobre el industrial francés.
Montebourg acusó a Kron de "no tener el civismo elemental de advertir al Gobierno" de sus operaciones, al tiempo que señaló que el Ejecutivo tiene la capacidad de anular la venta en virtud de una cláusula sobre las inversiones extranjeras.
El ministro pidió al Consejo de Administración de Alstom que trate por igual las dos ofertas, aunque Kron apuesta por la estadounidense.
Montebourg dijo que no le gusta que "los grandes grupos industriales franceses sean vendidos por piezas", por lo que pidió a los dos postulantes "que hagan alianzas".
"A los dos grupos les decimos que son bienvenidos, pero que creemos en las alianzas. Nuestras empresas no son presas, son entidades potentes capaces de afrontar el mundo en su estado actual", dijo.
El Gobierno francés se inclina por la oferta de Siemens, que prevé dividir la empresa entre sus actividades energéticas, esencialmente la construcción de centrales térmicas, y las de transportes, donde destaca el tren de alta velocidad.
El grupo germano puede proponer quedarse con la actividad energética y ceder a Alstom la suya de transportes, lo que supondría el nacimiento de dos gigantes europeos en esos dos sectores.
General Electric, por su parte, pone sobre la mesa unos 10.000 millones de euros (13.000 millones de dólares) para hacerse con las actividades energéticas.
Montebourg recibió hoy a los sindicatos del grupo, inquietos por las repercusiones que esas ofertas puedan tener en el mantenimiento de la mano de obra en Francia, donde Alstom emplea a 18.000 de sus más de 90.000 trabajadores.
Los representantes sindicales pidieron al Gobierno que proceda a una nacionalización parcial del grupo hasta que salga de la difícil situación de liquidez que atraviesa, provocada esencialmente por el bajo rendimiento de sus actividades de centrales térmicas.
El Estado francés ya nacionalizó temporalmente Alstom en 2004, cuando Nicolas Sarkozy era ministro de Economía, lo que permitió el salvamento del grupo pero enfrentó a Francia con Alemania y con Bruselas.
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