El PE tensa la cuerda de cara a las negociaciones sobre las quiebras de los bancos
El pleno del Parlamento Europeo (PE) decidió hoy tensar aún más la cuerda de las negociaciones para la creación de un sistema europeo para gestionar las quiebras bancarias, al reafirmar su oposición a la postura acordada por los países e instarles a introducir cambios.
Los eurodiputados decidieron posponer su votación de la propuesta legislativa sobre el llamado mecanismo único de resolución bancaria, para mantener la puerta abierta a lograr un acuerdo con los Estados miembros en primera lectura, el único modo por el que se podría dar luz verde a este pilar de la Unión Bancaria antes de las elecciones europeas de mayo.
Sin embargo, los diputados sí aprobaron sus enmiendas al texto, con lo que reafirmaron su posición ante unas tensas negociaciones, en las que rechazan abiertamente varios puntos clave de la propuesta consensuada el pasado mes de diciembre por los Veintiocho.
Se trata de poner una "doble presión" sobre los Estados miembros para que reorienten las negociaciones y reconsideren su postura, explicó el portavoz del PE, Jaume Duch, a Efe.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, escribirá ahora una carta a los Estados miembros en la que pedirá una reunión del Consejo de Ministros de Economía de la UE (Ecofin) extraordinaria antes de la prevista para el 17 de febrero, para impulsar las negociaciones y evitar dos semanas de retraso.
Los líderes de los principales grupos políticos de la Eurocámara criticaron hoy duramente el mecanismo propuesto por los países durante un debate previo a la votación.
"No tener una solución es mejor que tener una mala solución", afirmó el presidente de los socialistas y demócratas, el austríaco Hannes Swoboda; "no queremos ninguna solución que sea una mala", coincidió por su parte el copresidente del grupo Verde, Daniel Cohn-Bendit.
El carácter intergubernamental del fondo de resolución aprobado por los países "es una decisión política, quieren mantener la influencia nacional, pero el sistema bancario ya no es nacional", recalcó Swoboda.
"Ya hemos dicho que la propuesta no es aceptable y que necesitamos otra", afirmó por su parte el líder liberal europeo, Guy Verhofstad, quien apuntó directamente a Alemania como responsable del diseño puesto encima de la mesa por los países.
Verhofstad recordó que los servicios legales de las tres grandes instituciones comunitarias presentaron alternativas para crear un mecanismo de resolución con un mayor peso de Bruselas, pero "solo porque un país, el más grande, se opone, estamos yendo hacia un sistema intergubernamental fuera de los tratados" europeos, dijo.
La diputada holandesa del Partido Popular Europeo (PPE), Corien Wortmann-Kool, recalcó la urgencia de lograr un acuerdo antes de las elecciones europeas de mayo, por lo que subrayó la necesidad de que el Parlamento Europeo muestre su unidad y lance una "llamada al Consejo para que se despierte".
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos del PE, la liberal británica Sharon Bowles, advirtió a los Veintiocho de que los eurodiputados no volverán a votar una "propuesta igual o similar" a la ya puesta sobre la mesa.
Otras cuestiones que los eurodiputados rechazaron es el complejo sistema de toma de decisiones, que otorga el protagonismo a los propios países y relega a las instituciones comunitarias a un segundo plano.
Además, rechazan que los países no hayan concretado la creación de "cortafuegos" para hacer frente a las dificultades financieras que surjan durante el periodo transitorio hasta que el fondo esté plenamente capacitado.
Pese a la diferencia entre las posiciones de la Eurocámara y el Consejo, el comisario europeo de Mercado Interior, Michael Barnier, consideró que durante las negociaciones existe un "espíritu constructivo" y mostró su deseo de que se logre un acuerdo.
Su portavoz, Chantal Hughes, reiteró hoy la necesidad de que se logre un acuerdo en las próximas semanas.
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