EE.UU. y la UE inician la tercera ronda de negociaciones para un acuerdo comercial
Los equipos negociadores de Estados Unidos y la Unión Europea comenzaron hoy en Washington la tercera ronda de negociaciones para avanzar en el complejo tratado de comercial y de inversiones (TTIP).
En esta ocasión las conversaciones entre el jefe negociador de Estados Unidos, Dan Mullaney, y el de la UE, el español Ignacio García Bercero, se celebrarán en Washington hasta el viernes y tratarán de limar diferencias en asuntos en el sector servicios, energía, inversiones y armonización de inversiones.
"Liberalizar el comercio de bienes, facilitar la inversión, abrir los intercambios en los sectores de servicios, energía y materias primas", serán las prioridades de la agenda semana según indicaron las autoridades europeas en un comunicado.
Hasta el momento, las negociaciones han avanzado lentamente, afectadas por los recelos que han levantado las revelaciones de espionaje en Europa de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la que han estado sujetos millones de europeos, incluidos equipos negociadores y políticos.
El cierre de la administración pública estadounidense en la primera mitad de octubre también retrasó parte del trabajo preliminar para completar este complejo acuerdo comercial que comenzó a tratarse en julio de este año.
Las negociaciones se están realizando a nivel de expertos y técnicos, con la participación de representantes del sector privado y la sociedad civil, para que a partir de febrero del próximo año puedan involucrar a un más alto nivel de funcionarios europeos.
Una vez superadas las diferencias técnicas serán el Comisario de Comercio, Karel de Gucht, y el representante de Comercio Exterior de EE.UU., Michael Froman, los que tomarán la iniciativa y finalizarán la negociación.
El plan es que en el otoño de 2014 se pueda anunciar un acuerdo para pasar a ser ratificado por el Congreso de Estados Unidos, el Parlamento Europeo y los estados miembros.
En esta tercera ronda, Bruselas quiere también avanzar en la armonización reguladora en sectores que hasta el momento no se han tratado, después de que en la segunda ronda en Bruselas se examinaran los de equipos médicos, cosméticos, farmacéuticos, químicos, pesticidas, tecnologías de la información y la comunicación y automóviles.
Otro de los temas centrales serán avanzar en equiparar a empresas de ambos países para que puedan competir en igualdad de condiciones en licitaciones públicas, uno de los negocios más lucrativos para ambas partes.
Froman se reunirá esta semana con representantes sindicales, de organizaciones medioambientales y de protección del consumidor para conocer sus inquietudes.
Miembros de asociaciones medioambientales y de protección del consumidor protestaron hoy en Washington porque consideran que el acuerdo comercial y de inversiones tendrá un efecto mínimo en las ya de por sí integradas economías y por ser perjudicial para la protección del medio ambiente, la salud y los consumidores.
Según indicó hoy en una teleconferencia Robert Weissman, presidente de Public Citizen, el llamado a eliminar barreras reguladores entre las dos economías es para contentar a "las grandes corporaciones".
"En las reuniones de esta semana deben tener en mente que los gobiernos están para beneficiar a la gente, no a las empresas", indicó Michael Brune, director ejecutivo de la organización medioambiental Sierra Club.
Según un estudio independiente encargado por la Comisión Europea, el TTIP podría beneficiar anualmente a la UE con 120.000 millones de euros en intercambios.
Ambas economías representan cerca de la mitad de la riqueza mundial, mientras que los intercambios comerciales entre ambas regiones atlánticas dan empleo a 15 millones de personas en Europa y Estados Unidos, según la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
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