Chóferes y sindicalistas crucificados en Paraguay van a reclamar a Asunción
Los nueve chóferes y sindicalistas paraguayos crucificados en protesta por su despedido emprendieron hoy la marcha a Asunción en carretas empujadas por sus compañeros para pedir al Gobierno una solución a su conflicto laboral.
Nueve personas permanecían con las manos clavadas a cruces de madera extendidas en el suelo, en la ciudad de Luque, vecina a la capital, en frente de la sede de la compañía Vanguardia S.A.
Esta firma despidió a ocho trabajadores en un plan de reestructuración, pero los chóferes dicen que en realidad fue en represalia por intentar sindicarse.
Los nueve crucificados son ocho hombres y una mujer, algunos de ellos despedidos y otros compañeros del sindicato que intentaban formar. De todos ellos, seis son los que hoy marchan en carretas desde Luque, a una veintena de kilómetros, hasta Asunción para presentarse ante el Ministerio de Trabajo.
Otros cuatro trabajadores que también fueron despedidos y optaron hace un mes por declararse en huelga de hambre, acudirán hasta las oficinas del ministerio en coche, debido a su precario estado de salud, según dijo al diario Última Hora uno de los miembros del sindicato Bruno González.
Hoy está prevista una reunión entre representantes del sindicato de chóferes de la línea 30, que une Asunción con la aledaña ciudad de Luque, con portavoces de la empresa y del Gobierno.
Los chóferes de la línea 30 reclaman la reintegración de ocho compañeros despedidos por querer afiliarse a un sindicato para denunciar las condiciones de trabajo de la empresa.
Según declaró a Efe el director general de la Federación Paraguaya de Trabajadores de Transporte Terrestre (Fepatrat), Juan Villalba, la firma obliga a los empleados a jornadas de más de 12 horas, sin cumplir con la seguridad social y otras medidas.
El propietario de Vanguardia S.A., Justo Martínez Noguera, declaró a Efe recientemente que no quiere trabajar más con los despedidos pero que ofrece reincorporar a cinco, lo que rechazan los trabajadores, que se niegan a dejar la protesta hasta que todos recuperen su empleo.
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