Obama aprovecha el receso legislativo para "vender" su agenda económica
El presidente de EE.UU., Barack Obama, participará hoy en un foro por internet sobre el sector inmobiliario, dentro de un plan para controlar el debate nacional sobre la economía antes de que el Congreso reanude sus sesiones el mes próximo, según expertos consultados por Efe,
El presidente participará hoy en un foro de la agencia inmobiliaria por internet Zillow, en el que responderá a preguntas hechas en YouTube, Twitter y Facebook por propietarios de viviendas sobre sus propuestas, en particular sus medidas para impulsar al sector de la vivienda.
Esta intervención se produce tras su visita de ayer martes a la ciudad de Phoenix, donde propugnó una reforma hipotecaria mediante la privatización gradual de Fannie Mae y Freddie Mac, las grandes financieras hipotecarias rescatadas por el Gobierno en 2008.
Obama quiere que se reemplace el fallido modelo de negocios de ambas entidades con una mayor participación del sector privado, aunque el Gobierno tendría un papel de supervisión del sector y sería el garante de los préstamos como último recurso.
Desde el pasado 24 de julio, Obama ha viajado a cinco estados de EE.UU. en una gira económica en la que ha atacado el presunto obstruccionismo de los republicanos que, a su juicio, puede "sumir al país en una crisis financiera".
Se trata de una estrategia para dominar el debate nacional sobre la economía y el fortalecimiento de la clase media, según expertos consultados hoy por Efe.
Desde su discurso sobre el Estado de la Unión en febrero pasado, la mayoría de las propuestas que entonces le valieron elogios han avanzado poco o nada en el Congreso, entre ellas el control de armas y el aumento de salario mínimo. La reforma migratoria, prioridad de su segundo mandato, sólo ha sido aprobada en el Senado.
"¿Qué más puede hacer? la Cámara de Representantes parece inamovible, así es que Obama trata de apelar directamente a la opinión pública, con la esperanza de aumentar su popularidad en las encuestas, para tener más influencia en el Congreso", dijo Larry Sabato, de la Universidad de Virginia.
"Será muy difícil para Obama sumar muchos puntos a su índice de popularidad a menos que se produzca algún gran suceso que le favorezca. Aún si lo lograse, dudo que los republicanos de la Cámara Baja pongan su sello de aprobación a sus programas", vaticinó Sabato.
Las bases republicana están "sólidamente en contra de Obama, y eso no va a cambiar", señaló, mientras el porcentaje de aprobación de la gestión del presidente se sitúa entre el 41% y el 46%.
Para el analista económico David Ferreira, es "lógico" que Obama aproveche el receso legislativo para "presionar al Congreso para que deje de lado la intransigencia, cuando parece que la recuperación económica no avanza con suficiente rapidez".
Según Ferreira, los problemas aún son muchos y afectan a todos, pero el tiempo apremia: la desigualdad salarial persiste, ha aumentado el costo de la vida y muchos estadounidenses ya ni figuran en los informes de desempleo porque han abandonado la búsqueda de trabajo.
Los esfuerzos de Obama han incluido además su sexta aparición, anoche, en el programa de la televisión NBC "The Tonight Show with Jay Leno", para aprovechar la popularidad de estos espacios entre una audiencia televisiva cada vez más fragmentada.
Hoy pronunciará un discurso ante una audiencia de militares en California y el sábado próximo ante excombatientes en Florida.
Pero sus palabras se topan siempre con el sarcasmo de los republicanos, que aseguran que, en vez de pronunciar discursos, Obama debería crear empleos y algunos incluso han criticado su propuesta para reducir impuestos a las grandes empresas.
Cuando el Congreso reanude sus sesiones la segunda semana de septiembre, Obama tendrá que negociar la aprobación del presupuesto federal para evitar un cierre parcial del Gobierno y, más adelante, el levantamiento del techo de la deuda.
Ambos son asuntos que ayudan tanto a demócratas como a republicanos a recaudar fondos para las campañas por su reelección en los comicios legislativos de 2014.
Mientras, los 234 republicanos de la Cámara Baja también hacen lo propio en sus distritos para fortalecer el frente de oposición a Obama y responsabilizarle de la parálisis en Washington.
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