Cambios en el impuesto de Sociedades ampliaron la base imponible en 11.000 millones en 2012

Las modificaciones del impuesto de Sociedades -tales como la supresión de la libertad de amortización, la limitación de la deductibilidad de los gastos financieros y la restricción a la compensación de bases negativas- ampliaron la base imponible en 2012 en unos 11.000 millones de euros.

El informe anual de recaudación de 2012, publicado hoy por la Agencia Tributaria, muestra además 1.010 millones recaudados en términos de caja con la limitación de gastos financieros y otros 1.046 millones con la supresión de la libertad de amortización.

A ellos se suman 970 millones más con la limitación en la deducción de bases imponibles negativas e inmovilizado intangible, y del fondo de comercio.

Unos detalles que se incluyen en este informe anual en el que se confirma que en 2012 la recaudación tributaria creció un 4,2 %.

En cuanto a las bases imponibles agregadas de los principales impuestos, cayó un 3 %, pero hubo cambios normativos que generaron un ensanchamiento de las bases, y que se manifestó sobre todo en el impuesto de Sociedades, que subió pese a la evolución adversa de los beneficios empresariales.

Dichas medidas en el ámbito de los ingresos (los dos impuestos que más recaudan son IRPF e IVA, que subieron en ambos casos) tuvieron un impacto adicional en la recaudación de 2012, en términos de caja, de 11.237 millones.

De ese total, las medidas del impuesto de Sociedades aportaron un 40 % (4.607 millones de euros).

En mayor incremento porcentual de recaudación, en términos de caja, se produjo en el impuesto de Sociedades, que creció un 29 %, a pesar de que las ventas de las grandes empresas no financieras, corregidas del efecto calendario y deflactadas, cayeron un 5,9 %.

Esta evolución del impuesto sobre los beneficios empresariales se debe a los cambios normativos mencionados, pero también a mayores ingresos derivados de actas de inspección.

En términos de devengo, se estima que la recaudación por Sociedades creció un 11,2 % de 2011 a 2012, después de haber caído más de un 38 % entre 2008 y 2011.

Además la base imponible del Impuesto de Sociedades aumentó un 9,8 %, tras cinco años consecutivos de disminuciones, y ello pese a la negativa evolución de los resultados empresariales (se estima provisionalmente que el resultado contable positivo declarado por las empresas cayó un 21,7 % en 2012).

La cuota líquida de los grupos consolidados (fundamentalmente, grandes empresas) era, en 2011, menos de una tercera parte de la que tenían en 2007.