Colombia, un país con potencial para crear ciudades inteligentes
Que una luz se encienda al paso en una calle cualquiera, un mensaje de texto que alerte de que la batería del automóvil está baja o trabajar desde Bogotá para una oficina virtual en Chicago o Shanghái al mismo tiempo son sueños realizables en Colombia a través de las ciudades inteligentes.
"Si los sectores públicos y privados articulan las inversiones, aprovechan la posición geográfica y potencian el impulso económico, Colombia puede convertirse en líder en la implementación de estas ciudades", afirmó en una entrevista con Colombia.inn el vicepresidente de Cisco para Latinoamérica, Jordi Botifoll.
Hay factores, según el experto español, que permiten pensar que esa apuesta sea real: la economía colombiana crecerá en 2013 un 4,8 % y la inversión extranjera en este país fue en 2012 de 15.823 millones de dólares, un 16 % más que en el año anterior.
Esos datos "acercan la puesta en marcha de estas urbes, que maximizan el uso de las tecnologías y mejoran la calidad de vida", matizó Botifoll.
La optimización de los recursos viene de muchos frentes, por ejemplo, las ciudades inteligentes "ofrecen semáforos con soluciones para los discapacitados, un ahorro del 35 % en luz, el uso eficiente del agua con acueductos sistematizados, evitan los embotellamientos, enlazan los centros educativos, fomentan la colaboración en la red médica y disminuyen los índices de inseguridad".
Para lograrlo son clave las inversiones en 4G y en infraestructuras que permitan desarrollar ciudades inteligentes, "entendidas como un lugar mucho más dinámico, que atrae dinero y genera una industria nueva y modelos de negocio que se pueden exportar", indicó el vicepresidente de Cisco.
Esta iniciativa, denominada por la multinacional de redes como "el internet de las cosas", conecta todos los servicios que se prestan en una ciudad no solo desde el punto de vista de la tecnología sino de los procesos, y permite así crear realidades económicas y sociales sostenibles.
En América Latina, "además del caso de Sao Paulo, que lleva la delantera, hay otros lugares como Ciudad de México, Bogotá, Santiago de Chile, Río de Janeiro, Buenos Aires y Caracas en donde se puede tener este concepto" de ciudad, sostuvo Botifoll a Colombia.inn.
Aclaró que "existen otras que, aunque no son macrociudades, están por encima del millón de habitantes y al convertirse en urbes inteligentes contribuyen a dinamizar la zona en la que están, lo que ayuda a distribuir la capacidad productiva de una nación para que no esté concentrada en un solo lugar".
Uno de los mejores ejemplos, argumentó, es Medellín, que con 2,5 millones de habitantes ha sido declarada en 2013 como la ciudad más innovadora del mundo por City Group y Wall Street Journal, aunque el objetivo es que esa categoría no se avale por los votos de los ciudadanos a través de internet sino por la realidad tecnológica.
En eso se trabaja en la capital del departamento de Antioquia, donde hay dos líneas de metro, dos de teleférico, 20 autobuses articulados y escaleras automáticas que acceden a las empinadas laderas, instrumentos que han permitido innovar el transporte masivo adaptándolo a la orografía y a las necesidades sociales.
A ello se añade el proyecto para construir líneas de tranvía, alquiler público de bicicletas y el Sistema Inteligente de Movilidad, que cuenta con un centro de control desde el que se gestiona el tráfico con paneles, cámaras de vigilancia y radares que reducen el tiempo en carretera.
"El objetivo de mis acercamientos con el Gobierno nacional es ofrecerle la experiencia de Cisco en ciudades inteligentes porque sé que le está apostando a la conectividad, la innovación y la productividad con programas como Vive Digital", dijo Botifoll sobre su apoyo de asesoría a Colombia en materia de ciudades inteligentes.
Se refirió de forma específica al plan de tecnología gubernamental que busca que Colombia dé un gran salto tecnológico mediante la masificación de internet y el desarrollo del ecosistema digital.
Sin embargo, advirtió que tanto el Gobierno de Colombia como el sector privado deben "estar alerta" para evitar lo ocurrido en España, "donde había pujanza hace 15 años pero no se hicieron esfuerzos para cerrar la brecha tecnológica y por eso ahora enfrenta una profunda crisis".
Claudia Polanco Yermanos
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