El diálogo entre forma y función de los Bouroullec se instala en París
Los diseños funcionales y vanguardistas de los hermanos Bouroullec se establecen en el Museo de Artes Decorativas de París para evidenciar, una vez más, el vínculo indispensable entre la forma y la función de los objetos.
La exposición "Momentané", que puede visitarse hasta el próximo 1 de septiembre, ocupa la gran nave de la pinacoteca y sus dos galerías adyacentes, donde los franceses Erwan y Ronan Bouroullec exhiben tres de los enfoques constantes de su trabajo.
En el núcleo de la muestra, según explicó a Efe la comisaria, Dominique Forest, una bóveda textil traslada al espectador hasta un universo onírico; al borde del jardín de la Tullerías se ubica la reflexión sobre la oficina y el espacio laboral, y sobre la afamada calle Rivoli se concentra una perspectiva más doméstica.
Doce años después de su primera colaboración, los hermanos demuestran que no ha cesado su interés por el nomadismo y la autonomía del usuario, así como por aportar soluciones a los diversos modelos de vida contemporáneos.
"No buscan la originalidad a cualquier precio", señaló Forest. "El suyo es un diseño utilitario con una estética simple y minimalista, pero a la vez con una gran sutilidad en la respuesta, que es muy práctica".
Alumno de la "École Nationale Supérieure des Arts Décoratifs", Ronan debutó en solitario en 1997 con obras muy vanguardistas, como los jarrones combinatorios o las cerámicas de la colección "Torique", realizada para la firma francesa Vallauris.
Dos años más tarde, su hermano Erwan, formado en la École Nationale Supérieure d'Arts de Paris-Cergy, se incorporó al proyecto, y juntos comenzaron a perfilar una obra muy prolífica, que se caracteriza por la precisión formal y la libertad de usos.
En París se puede ver, por ejemplo, una de sus primeras creaciones, "Lit clos", una cama elevada, engendrada para el Salón del Mueble de Milán e imaginada para quienes viven en una única pieza, y también "Alcove Sofa", ideado en 2007, y que sirve tanto de diván cómo de barrera fronteriza entre dos habitaciones.
Sus monumentales tabiques son célebres además porque pueden ser completamente construidos por los usuarios, que solo deben ensamblar los elementos moduladores u otorgarles a su gusto su diferente uso como estanterías, cajones, mesas o cortinas.
Algunas de esas célebres instalaciones se han alzado en el espacio central de la muestra, donde se evoca un paisaje abstracto estructurado por tabiques como "Clouds", que juegan con los cambios de escala y refuerzan el aspecto sensual y delicado de las piezas.
Y entre las más publicitadas aparece "Textile Field", obra elaborada a partir de paneles de colores y concebida en 2011 para el Victoria and Albert Museum de Londres, y que emplazada en la capital francesa invita al espectador a tumbarse y a contemplar pausadamente el resto de la exhibición.
No faltan tampoco, en una galería contigua, objetos más domésticos e íntimos, donde convergen muebles y piezas de series limitadas con otras reproducidas a nivel industrial.
"En esa sección puede advertirse cómo han integrado la modernidad más absoluta de nuestras vidas: habitamos pequeños espacios, pero exigimos mucha movilidad y la posibilidad de aislarnos. Una solución congruente a estas peculiaridades es la razón de su éxito", aseguró Forest.
La muestra traída a París permite igualmente contemplar cómo abordan de forma pragmática el espacio de trabajo actual, que precisa de ambientes singulares, comunes, íntimos para estimular la concentración o, por el contrario, de plataformas colectivas.
En ella se recogen desde sus primeras reflexiones en la materia, como las mesas de despacho modulables "Joyn", hasta la última e inédita, "Copenhague", ideada para la nueva universidad de la capital danesa, y que como el resto de las piezas, quedan a disposición de los visitantes para que estos prueben a su antojo su ergonomía y utilidad.
Laura Bayarri
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