El organismo financiero vaticano localizó 6 transacciones sospechosas en 2012
Seis actividades financieras sospechosas fueron localizadas en 2012 por la Autoridad de Información Financiera (AIF), organismo creado en 2010 para vigilar la transparencia financiera de la Santa Sede, y dos fueron enviadas al fiscal del Vaticano para que las investigue a fondo.
Así lo señaló hoy el director general del AIF, el suizo René Bruelhart, que presentó el informe anual 2012 del organismo y destacó que "teniendo en cuenta la naturaleza, las reducidas dimensiones y la peculiaridad del sistema económico financiero del Estado de la Ciudad del Vaticano, los datos muestran un efectivo sistema de señalizaciones de las actividades sospechosas".
Bruelhart, experto en la lucha contra el blanqueo de capitales, destacó que en 2011 las actividades sospechosas señalizadas fueron una, lo que supone un reforzamiento del sistema de vigilancia, y que mientras que en ese año no se envió a la fiscalía del Vaticano ningún informe, en 2012 fueron dos.
El director de la AIF insistió en que el Vaticano es un aliado creíble en la lucha internacional contra el blanqueo de dinero, "ya que los sistema de vigilancia interna funcionan" y agregó que durante el pasado año pidieron información sobre movimiento de capital a un país extranjero y recibieron tres peticiones de autoridades extranjeras, frente a las siete de un año antes, lo que significa -subrayó- que los mecanismos internos vaticanos funcionan.
La normativa vaticana establece que hay que declarar tanto las salidas como entradas de dinero igual o superior a 10.000 euros.
Bruelhart manifestó que en 2012 se contabilizaron 598 declaraciones de entradas y 1.782, frente a las 658 declaraciones de entradas y a las 1.894 de salidas de 2011.
El titular de la AIF señaló que la crisis actual, y con ella la vulnerabilidad de los sistemas económicos y financieros, pueden prestarse a abusos y a la actividad criminal de personas o de organizaciones que pueden infiltrarse en las dinámicas de las economías locales, nacionales y mundial, de ahí que la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano hayan intensificado su compromiso en la prevención y lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
Todo ello -añadió- como un acto de coherencia y a su misión en el plano moral, "para que la integridad y la estabilidad de la economía y de las finanzas no sean simple fines, sino medios para favorecer el servicio a las personas y los pueblos".
El 30 de diciembre de 2010, el papa Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en las instituciones financieras del Vaticano, que entró en vigor el 1 de abril de 2011, y para vigilar la aplicación de la misma creó la Autoridad de Información Financiera.
En julio del pasado año, Moneyval, el órgano de control del Consejo de Europa para la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, instó a la Santa Sede a reforzar sus organismos supervisores, aunque reconoció que había recorrido "un largo camino en muy poco tiempo".
El Vaticano expresó su "satisfacción" por el informe de Moneyval, que subrayó que la Santa Sede cumple nueve de las 16 recomendaciones centrales del Grupo de Acción Financiera Internacional del Consejo de Europa (GAFI), creado en 1989 para combatir el blanqueo de capitales, mientras que en el resto tiene que mejorar.
El Vaticano "aprobó" en puntos como la prevención y lucha contra el reciclaje, medidas de confiscación o cooperación internacional.
Moneyval le recomendó que elabore una "evaluación de los riesgos" relacionados con el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo y que el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, sea supervisado de manera independiente.
Recientemente la AIF ha firmado acuerdos con España, Bélgica, Eslovenia y EE.UU para fomentar la cooperación bilateral mediante el intercambio de informaciones en el sector financiero.
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