Portugal coloca 1.750 millones de euros a un interés ligeramente superior
Portugal colocó hoy 1.750 millones de euros, el máximo de su emisión, en deuda a tres y doce meses, aunque para hacerlo tuvo que ofrecer una tasa de interés ligeramente mayor que en el último precedente.
En su primera subasta tras el fallo del Constitucional que anula varios de los ajustes recogidos en sus presupuestos de 2013, el Tesoro luso vendió bonos a un año por valor de 1.500 millones de euros a cambio de una rentabilidad del 1,39 %, cuando en febrero la penalización exigida por los inversores se situaba en el 1,27 %.
Mientras una misión de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) realiza una evaluación extraordinaria al país por su crisis presupuestaria, Portugal colocó además 250 millones de euros a tres meses y el 0,74 %, prácticamente el mismo interés que logró hace justo un mes.
La emisión de hoy sigue mostrando, sin embargo, una mejoría evidente de la confianza de los mercados en Portugal, en comparación con 2011 y 2012, cuando a estas alturas el país pagaba entre tres y cuatro veces más por vender su deuda a un año y hasta cinco veces más por los bonos a tres meses.
Esta evolución refleja, en opinión de muchos analistas del mercado, que la confianza de los inversores en el futuro a corto plazo del país se ha recuperado pese a la incertidumbre que sigue rodeando a la Eurozona y las malas perspectivas de crecimiento de la economía portuguesa.
Fue precisamente la asfixiante presión de los mercados la que llevó a Portugal a solicitar el rescate financiero a la UE y al FMI en abril de 2011, organismos que le concedieron 78.000 millones de euros a cambio de un severo programa de ajustes aplicado a rajatabla por el Gobierno conservador luso.
El revés judicial que supuso la decisión del Constitucional hace doce días ha puesto ahora en problemas presupuestarios y políticos a Portugal, cuyo Ejecutivo negocia con la UE y el FMI nuevos recortes para compensar las medidas anuladas por la máxima autoridad judicial.
Aun así, el país logró el pasado fin de semana un respaldo de principio para ampliar en siete años el vencimiento de los préstamos en el marco del rescate financiero por parte de sus socios europeos, que valoraron la disposición lusa para cumplir con rigor el programa de ajustes a pesar de la sentencia.
De hecho, varios analistas lusos atribuyen a ese apoyo de la UE que los inversores no hayan vuelto a castigar a Portugal con intereses todavía más elevados.
Prueba de ello es la cotización de la deuda lusa a largo plazo en el mercado secundario, donde sus títulos a diez años bajaban al inicio de la sesión de hoy por sexta jornada consecutiva, y se situaban ligeramente por debajo del 6,1 %.
En cambio a nivel interno las nuevas medidas de austeridad anunciadas por el Ejecutivo para cuadrar los presupuestos han profundizado las críticas de la oposición, que insiste en reclamar la renegociación de las obligaciones del rescate y la dimisión del Gobierno.
António José Seguro, líder del mayor partido de oposición, el Socialista, se reunió hoy por primera vez en más de cuatro meses con el primer ministro, Pedro Passos Coelho, con el objetivo oficial de abrir un diálogo para intentar recomponer el difícil consenso nacional sobre el programa de rescate.
La UE y el FMI consideran muy importante ese consenso, roto hace meses, y sus técnicos se entrevistan también hoy con Seguro.
Sin embargo el PS ratificó, pocas horas antes de ambos encuentros, que se opone a más medidas de austeridad y considera imprescindible renegociar los compromisos financieros del país.
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