El Ave alcanzará 22 millones de viajeros en 2020, 5 millones más, según Amadeus

El tren de alta velocidad en España alcanzará 22 millones de viajeros en 2020, lo que supondrá un crecimiento del 30 % respecto a los 17 millones registrados en 2011, según el estudio de Amadeus The Rail Journey to 2020 (El viaje en tren en 2020), lo que pone de relieve el potencial del mercado ferroviario.

De esta forma, de los 38,4 millones de viajeros que se prevé se desplacen en tren de larga distancia en 2020 (con un ritmo de crecimiento anual del 0,5 %), el 57 % corresponderá a la alta velocidad, doce puntos porcentuales más que en 2011, cuando representaba el 45 % del total de 37,8 millones.

Aunque el crecimiento de la larga distancia en alta velocidad en España se situará por debajo de la media europea, donde habrá un incremento del 44 % hasta 2020 (con un aumento medio anual del 6 % en los próximos siete años), proporcionalmente llegará a representar más de la mitad de los trayectos de larga distancia en nuestro país, frente al 34 % en Europa.

El tráfico ferroviario de larga distancia en Europa crecerá un 21 % hasta 2020, cuando se alcanzarán 1.358 millones de pasajeros, cifra que supone 238 millones más respecto a los 1.120 millones de 2011 y equivale a un crecimiento medio anual del 2,2 %.

Reino Unido, Francia, Suiza y Alemania serán los principales contribuidores a este crecimiento, representando conjuntamente el 70 % de los nuevos volúmenes de pasajeros.

De los 1.358 millones de viajeros en tren de larga distancia en 2020 en Europa, 461 millones (el 34 %) utilizarán servicios de alta velocidad, mientras que hace dos año su cuota era del 28,5 % (320 millones) del total.

No obstante, su crecimiento anual del 6 % será inferior al ritmo de progresión de los viajes en tren de larga distancia -no alta velocidad-, que será del 12 %.

Para Amadeus, los datos del informe "revelan el potencial del mercado ferroviario europeo, tomando como referencia el periodo 2011-2020, en el que el sector evolucionará condicionado por una combinación de factores estructurales, regulatorios, tecnológicos y de negocio sin precedentes".

Entre ellos destaca la liberalización total del transporte ferroviario nacional de pasajeros a partir de 2019 (en España, en julio de 2013), que significará que cualquier empresa podrá ofrecer dichos servicios nacionales en toda la UE, en competencia con los antiguos monopolios ferroviarios.

También contribuirá la progresiva construcción de las nuevas líneas de alta velocidad, que crecerá en Europa en 5.000 kilómetros hasta 2020 -desde los 11.000 existentes en 2011 hasta 16.000-, y España, Turquía, Rusia, Francia y Alemania liderarán el desarrollo de esta infraestructura.

Asimismo, se impulsarán nuevos centros de conexiones (hubs) multimodales, con los que la UE pretende mejorar los niveles de congestión del tráfico aéreo y las conexiones, lo que supondrá nuevas oportunidad para las compañías ferroviarias para competir en el mercado y para crecer.

Actualmente, sólo 14 aeropuertos ofrecen conexiones con trayectos de tren de larga distancia o alta velocidad, entre ellos Charles de Gaulle en París, Fráncfort y Schiphol en Ámsterdam y la UE pretende apoyar la introducción de centros multimodales en 37 aeropuertos para 2030.

En línea con la tendencia anterior, se impulsará la cooperación entre el sector ferroviario y el aéreo, así como entre las propias compañías de tren y, además, se producirá un cambio en la estructura de costes de las empresas ferroviarias, condicionado por el entorno económico.