El cambio semestral de horario agita, otra vez, la controversia sobre la práctica
Casi todos los habitantes de Estados Unidos se despertarán mañana una hora más tarde después que, en la madrugada, los relojes en el país se adelanten en una práctica controvertida desde su inicio hace casi un siglo.
El cambio de horario, que ocurrirá en la próxima medianoche, se conoce en EE.UU. como "horario de ahorro de energía" o "horario de verano" y fue una idea de Benjamin Franklin, un infatigable inventor que, además encontró tiempo para ser uno de los próceres de la independencia.
En un ensayo escrito en 1784, Franklin sugirió la idea de que el adelanto de una hora en los relojes al comienzo de la primavera sería una buena manera de ahorrar en velas.
El Gobierno de EE.UU. adoptó la práctica en 1918 durante la Primera Guerra Mundial, y la abandonó un año más tarde. Volvió a aplicarse la movida del horario entre 1942 y 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.
Y finalmente en 1966 una ley del Congreso instituyó el cambio de horario en el último domingo de abril y el último de octubre. La Ley de Política Energética de 1995, promulgada por el presidente George. W. Buh, ordenó que las modificaciones comienzan a las 2 de la madrugada del segundo domingo de marzo, y terminan a las 2 de la mañana del primer domingo de noviembre.
Los estudios del Departamento de Energía de EE.UU. han encontrado que el adelanto de una hora en el comienzo de la primavera, trae un ahorro de casi el 5 por ciento en el consumo de energía.
Los Estados de Arizona y Hawaii se han acogido a la provisión de la ley según la cual no es obligatoria la adopción del cambio de horario.
Las encuestas de la firma Rasmussen encuentran, durante la última década, que los estadounidenses siguen tan divididos ahora acerca de los beneficios y perjuicios del horario de verano, como lo estaban cuando comenzó a aplicarse el cambio.
Según Rasmussen, entre el 45 y el 47 por ciento de sus encuestados cree que la práctica no trae los beneficios que prometía en ahorro de energía y no vale la pena de los problemas que causa. El 34 por ciento opina lo contrario y ve bondades en el adelanto de una hora.
Para ciertas actividades económicas, el cambio de hora trae problemas concretos: los ganaderos no pueden explicar a sus vacas que el ordeñe debe empezar una hora antes porque los camiones recolectores operan según el reloj y no según la fisiología de las ubres.
Por su parte el senador estatal de Florida, Darren Soto, un demócrata, ha presentado un proyecto de ley para hacer que el adelanto de horario sea permanente.
"Durante años me ha irritado el salir de mi oficina cuando ya está oscuro", indicó Soto al diario Político. "En particular cuando uno sale de la oficina en invierno".
"De vez en cuando es conveniente que le echemos un vistazo a las leyes y regulaciones de nuestra sociedad para ver si sirven al propósito que se les dio. Nosotros, en Florida, vivimos en el 'estado del sol resplandeciente' con mucho turismo".
"El tener una hora adicional para disfrutar la playa, los parques de diversión, salir a cenar", explicó. "Podría tener beneficios económicos"
Pero el senador estatal de Nuevo México, Cliff Pirtle, un republicano quisiera liquidar totalmente la practica ya que, en su opinión, si oscurece mas temprano habría un ahorro de energía porque la población cortaría el uso del aire acondicionado.
"En realidad cambiamos la hora sin razón alguna", comentó Pirtle. "Es algo que hemos estado haciendo por mucho tiempo y ya ni pensamos en ello. Pero hay mucha gente que estaría contenta si, simplemente, dejásemos al reloj en paz".
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