Un jardín en el cielo para el barrio neoyorquino de Queens
Pasear por un jardín a varios metros de altura por el barrio de Queens podría ser una realidad si sale adelante el plan "QueensWay", una vía verde semejante al "High Line" de Manhattan con el que la ciudad se dotaría de otro inusual parque urbano para reactivar una de sus zonas menos turísticas.
El "QueensWay" es un proyecto que pretende convertir unas antiguas vías de ferrocarril abandonadas en 1962 en una zona verde y cultural que conecte desde las alturas las zonas de Rego Park, Forest Hills, Richmond Hill y Ozone Park.
"El 'n Queensway' mejoraría la calidad de vida, las condiciones ambientales, impulsaría el desarrollo económico y la creación de empleo e inspiraría nuevas actividades culturales", explicó a Efe Travy Terry, residente del barrio y miembro de la asociación "Amigos de QueensWay" que lucha para que este proyecto salga adelante.
Con la rehabilitación de un tramo de las vías de más de 5,5 kilómetros, se crearía una zona ajardinada para albergar "la gran diversidad de Queens" con galerías de arte, murales, conciertos, espectáculos, festivales de comida, mercados de agricultores o ferias artesanales.
Aunque el plan, impulsado en 2011 por las asociaciones "Amigos de QueensWay" y "The trust for public land" todavía no está en marcha, sí ha despertado el interés de las autoridades, como la del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que el pasado diciembre otorgó 467.000 dólares (353.000 euros) para la realización de un estudio sobre la viabilidad del proyecto.
Desde el éxito del "High Line", el famoso parque de Nueva York construido sobre unas antiguas vías de tren a nueve metros de altura que recorre el distrito de Chelsea en la isla de Manhattan, el auge de espacios verdes en los lugares más inesperados de la ciudad ha ido en aumento.
"Con el 'Queensway' tendríamos la oportunidad de homenajear la increíble diversidad cultural que existe en Queens, al igual que hizo el 'Highline' en Chelsea", dijo Terry, quien matizó que también habría diferencias entre ambos, como por ejemplo que el de Queens sería más largo.
Así, pese a que la Gran Manzana alberga Central Park, el parque urbano más visitado de EEUU, no deja de ingeniárselas para aprovechar los espacios más inusuales para crear pequeños pulmones verdes que desafían las leyes de la naturaleza y que ayuden a reactivar la economía.
El barrio de Chinatown también quiere seguir los pasos del "High Line" con su particular jardín en el cielo, el "Mini-High Line", que aspira a convertir una plaza triangular a los pies del Puente de Manhattan en un nuevo parque elevado.
Otro de los planes con más dosis de imaginación es el "Low Line" (línea baja), un parque subterráneo que pretende transformar una vieja estación de tranvía construida en 1903 en un parque con luz natural en el subsuelo del sur de la ciudad.
Estas zonas no solo sorprenden a turistas y locales, sino que también sirven para relanzar económicamente áreas descuidadas como lo hizo en 2009 el "High Line" en la zona de Meatpacking, Chelsea y Midtown, que dejó de ser una área industrial abandonada para convertirse en una de las más turísticas y de moda de la ciudad gracias a llegada de galerías de arte y la construcción de varios "hoteles boutique".
En este sentido el "QueensWay" aspiraría a crear un espacio para el arte público y exposiciones, incluyendo jardines de esculturas, exposiciones culturales, espectáculos y celebraciones étnicas y experiencias gastronómicas.
Pero no todos apoyan este proyecto, que según sus promotores tendría un coste aproximado de solo 1,62 millones (1,22 millones de euros) y que tardaría unos tres años en construirse, ya que otro sector de la zona apuesta por reactivar las vías y mejorar la conexión del barrio con Manhattan.
Así el asambleísta de Ozone Park, Phillip Goldfeder, presentó recientemente un plan para la zona que consistía en rehabilitar estas líneas ferroviarias.
Sobre esta propuesta, Terry señaló que desde hace 50 años se ha estado estudiando la posibilidad de reactivar el ferrocarril pero que "no es viable por cuestiones de costes económicos y ambientales".
"Mientras se decide qué hacer, la zona está abandonada, llena de basura y es insegura", añadió.
Si finalmente el proyecto sale adelante, el "QueensWay" se unirá a la larga lista de espacios verdes que cuenta la Gran Manzana y que cada año atraen a millones de turistas.
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