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CRUCEROS INCENDIO

El remolque del "Triumph" se dificulta por los fuertes vientos y las corrientes

El crucero Carnaval Triumph con 3,143 pasajeros y una tripulación de 1,086 personas es remolcado este jueves 14 de febrero de 2013, en Dauphin Island (EE.UU.).
El crucero Carnaval Triumph con 3,143 pasajeros y una tripulación de 1,086 personas es remolcado este jueves 14 de febrero de 2013, en Dauphin Island (EE.UU.).EFE

El remolque del crucero "Triumph" hacia un puerto de Alabama (EEUU), donde está previsto que atraque hoy, se ha complicado por los fuertes vientos en contra y las corrientes que empujan hacia el este al enorme buque, con más de 4.200 personas a bordo.

"El 'Triumph' está ya a las afueras del canal (de escasos seis kilómetros) y pronto entrará" en la bahía de Mobile (Alabama), explicó Carnival, la mayor operadora de cruceros del mundo y propietaria del navío.

El barco ha recibido hoy provisiones llevadas por un helicóptero, entre ellas alimentos y un generador adicional para atender las necesidades de los pasajeros, mientras avanza con una lentitud de casi el triple de lo que haría si tuviera propulsión propia.

Imágenes de la CNN tomadas desde un helicóptero de esa cadena de televisión que transmite en directo la operación, muestra algunos pasajeros abrigados con albornoces, ya que muchos no tienen ropa de abrigo al haber salido el 7 de febrero en lo que iba a ser un crucero caribeño de cuatro días.

Ahora, rumbo al norte desde el Golfo de México, la temperatura baja y los 3.143 pasajeros y 1.086 tripulantes buscan cómo abrigarse en este gran navío de 275 metros de eslora, 100.000 toneladas y 14 plantas.

Todo se torció cuando el domingo un incendio en el cuarto de máquinas dejó sin propulsión al barco, que desde entonces mantiene un suministro eléctrico limitado con ayuda de generadores auxiliares.

Cuatro remolcadores llevan el barco, cuya llegada a Mobile está prevista para hoy, aunque la hora cada vez se retrasa más y ya se habla de bien entrada la noche.

Tanto Carnival como los guardacostas estadounidenses, que colaboran en el remolque, explican que los vientos en contra y las corrientes marinas, que empujan al este, complican la tarea.

Mientras, los pasajeros se quejan de que las condiciones son cada vez más incómodas: Sólo funcionan bien una veintena de retretes, prácticamente no hay comida caliente y las colas pueden prolongarse durante horas. Al tiempo, el mal olor y el miedo a brotes epidémicos se propagan.

La pasajera Janie Baker relataba hoy al programa "Today" de NBC que las condiciones eran "extremadamente terribles", al asegurar que la gente utiliza bolsas de plástico para hacer sus necesidades, los ascensores no funcionan y hay quien duerme con el chaleco salvavidas puesto porque en ocasiones la embarcación se escora y tienen miedo.

Carnival, que no está escatimando en explicaciones a los medios de comunicación, insiste en que se hace lo indecible por mantener el barco lo más limpio posible.

Varios pilotos accedieron hoy al gran buque para coordinar las maniobras de entrada a la bahía de Mobile, así como agentes del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras, que harán el papeleo de las 900 personas que viajan sin pasaporte, con la idea de agilizar al máximo el desembarco una vez llegados a puerto.

Mientras, en los balcones de algunos camarotes, según se observa en las imágenes, se han colgado carteles en los que se pide "ayuda".

Ahora, una de las mayores dificultades es que el puerto de Mobile está al fondo de una profunda bahía, con un acceso muy estrecho.

Ello hace particularmente complicado entrar a puerto para un barco de tal envergadura sin propulsión propia. Por ello, se espera que una maniobra que en condiciones normales requeriría unas tres horas, podría demorarse entre siete y diez horas.

En Mobile se ha habilitado una terminal portuaria diseñada para grandes cruceros que llevaba un año sin usarse, y unas doscientas personas ayudarán al desembarco.

Una vez allí, Carnival ha dispuesto todo tipo de facilidades para que los afectados regresen a sus hogares o a Galveston (Texas), de donde zarpó el crucero y donde tendría que haber llegado el pasado lunes, ya que muchos tienen allí sus automóviles.

Además ha reservado habitaciones de hotel en Nueva Orleans, a dos horas por carretera, lo que ha provocado la queja del alcalde de Mobile, que asegura que la ciudad tiene capacidad suficiente para acoger a quienes prefieran hacer noche antes de regresar a casa.

El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte ha abierto una investigación y Carnival ha suspendido los viajes que tenía previsto realizar con este barco en los próximos meses.

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