ING anuncia que recortará otros 2.400 empleos en Bélgica y Holanda
El grupo bancario y asegurador holandés ING anunció hoy planes para recortar 1.400 puestos de trabajo en Holanda y otros 1.000 en Bélgica, tras cerrar 2012 con un beneficio neto de 3.894 millones de euros, el 32,5 % menos que el registrado en 2011.
La reducción de plantilla se llevará a cabo de aquí a 2015 y se suma a la supresión de 2.350 empleos anunciada el pasado noviembre, señaló la entidad en un comunicado.
En el caso de Bélgica, los recortes no implicarán despidos, sino que se harán mediante la salida natural de trabajadores, explicó la empresa.
"A medida que nuestro modelo de negocio evoluciona, lo mismo debe hacer nuestra organización", señaló el presidente del consejo de administración del grupo, Jan Hommen, en el comunicado.
Unidas a las acciones ya anunciadas, los recortes deben ahorrar hasta 1.000 millones de euros anuales a la entidad de aquí a 2015, según ING.
El grupo, que está en proceso de separar sus negocios de banca y de seguros, cerró 2012 con un beneficio neto de 3.894 millones de euros y un beneficio neto subyacente de 2.603 millones, el 5,2 % menos que el registrado en 2011.
"Los resultados del año se mantuvieron bien, pese a la crisis de deuda soberana en Europa y al débil clima económico que persistió a lo largo de 2012", explicó Hommen, que destacó el "sólido" cuarto trimestre.
ING logró el citado beneficio pese a afrontar en el pasado ejercicio pérdidas de riesgo por valor de 626 millones de euros, el pago de un impuesto de 175 millones de euros y un resultado negativo mayor en el sector del préstamo debido al debilitamiento de la economía.
En el cuarto trimestre del último año, el grupo tuvo un resultado neto de 1.434 millones de euros, el 21 % más que en el mismo periodo del año anterior gracias a las desinversiones, mientras que el beneficio neto subyacente fue de 373 millones de euros.
ING explicó que durante 2012 avanzó "hacia la optimización de su balance general y en la generación de capital que le permita cumplir los requerimientos de Basilea III", a la vez que devolvió 1.125 millones de euros de la inyección millonaria que recibió del Estado holandés para evitar su quiebra.
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