La OMC considera que las dudas sobre el sistema aduanero de EEUU generan incertidumbre
Estados Unidos debería aclarar cuál va a ser su nuevo sistema de control aduanero para poder evaluar el impacto que éste tendrá sobre el comercio, según el Examen de Políticas Comerciales de EEUU realizado por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El informe -un análisis al que deben someterse todos los miembros del órgano que rige el comercio mundial- recuerda que la reforma del sistema aduanero, que pasaría por un escaneado de los contenedores de carga marítima y de las cargas aéreas, todavía está pendiente, "por lo que todavía no se pueden evaluar plenamente sus repercusiones o efectos".
Fuentes de la OMC explicaron que esta situación genera mucha incertidumbre entre el resto de miembros del organismo por el "impacto" que va a tener en las exportaciones hacia Estados Unidos un control más estricto de las importaciones, diseñado para evitar eventuales ataques terroristas.
"Nadie sabe cuánto se va a retrasar el proceso de mercancías, ni cuánto va a costar, ni quién va a pagar. Todo el mundo entiende la sensibilidad del tema, pero quieren saber exactamente cómo va a funcionar", indicaron a la prensa.
"De hecho, muchos miembros han preguntado a Washington si ha hecho un estudio de impacto sobre cómo va a afectar ese sistema al comercio", agregaron las fuentes.
Otro aspecto que el examen critica son las leyes y reglamentaciones sobre normas de origen y marcas, "establecidas hace ya mucho tiempo, que no han cambiado, y su complejidad y su aplicación siguen siendo excesivamente engorrosas, ya que pueden existir normas diferentes en los distintos sectores y la determinación final del origen puede depender de numerosos factores".
El texto señala que desde su último examen, hace cuatro años, la economía de Estados Unidos "ha experimentado una recuperación lenta, pero constante, y cierto grado de reequilibrio".
"El comercio de bienes y servicios se ha recuperado significativamente desde la crisis financiera de 2009 y ha vuelto a alcanzar cifras sin precedentes que sobrepasan los niveles récord de 2008".
En particular, la balanza del comercio de servicios ha registrado un superávit creciente, y los servicios representan aproximadamente el 70 por ciento de la producción estadounidense, recuerda el texto.
Tanto las importaciones como las exportaciones aumentaron un 16 por ciento en 2011, pero las primeras fueron mayores, "lo que agravó el déficit del comercio de mercancías".
El valor de las importaciones ascendió a 2.236 billones de dólares, y el de las exportaciones a 1.497 billones de dólares.
"En cambio, el comercio de servicios registró un superávit sólido y cada vez mayor durante los últimos años y ha tenido repercusiones importantes en la balanza por cuenta corriente".
En 2011, las exportaciones de servicios comerciales de los Estados Unidos aumentaron el 9,2 por ciento, al tiempo que las importaciones lo hicieron en el 6,9 por ciento, lo que elevó el superávit del comercio de servicios a 186.000 millones de dólares.
"Una buena noticia es que las exportaciones, consideradas como porcentaje del PIB, han aumentado en el 13 por ciento desde el final de la recesión, y en 2011 alcanzaron un nivel histórico del 13,8 por ciento del PIB", reconocen los autores del examen.
Estados Unidos es el mayor receptor mundial de inversiones extranjeras directas, que en 2011 alcanzaron un total de 228.000 millones de dólares.
"Las inversiones extranjeras directas siguen desempeñando una importante función en la economía estadounidense y contribuyen notablemente al empleo, la investigación y el desarrollo, y las exportaciones del país", concluyen los economistas de la OMC.
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