Los diputados franceses ratifican el tratado europeo de estabilidad
En total, 477 diputados votaron a favor, 70 en contra, 21 se abstuvieron y nueve no participaron en el voto.
Se opusieron al texto los 13 diputados de la izquierda radical, 12 de los 17 ecologistas, un centrista, 20 de los 264 socialistas, 17 de los 167 conservadores y siete no inscritos, entre ellos los dos del ultraderechista Frente Nacional.
El presidente francés, François Hollande, mostró su satisfacción por la adopción del tratado y aseguró que la votación de los diputados le permitirá "avanzar en la reorientación de Europa" que busca desde su llegada al poder.
La ratificación del tratado europeo había estado precedida de una gran polémica en el país, por la oposición al mismo de los socios de izquierdas del gubernamental Partido Socialista (PS) y de algunos sectores de la propia formación del presidente Hollande.
El jefe del Estado había prometido durante la campaña electoral que en mayo pasado le llevó al Elíseo que renegociaría el tratado que había acordado su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, con la canciller alemana, Angela Merkel.
Sin embargo, nada más llegar al poder, Hollande renunció a renegociar el acuerdo, aunque introdujo un pacto complementario sobre el estímulo y el crecimiento económico.
Aquel cambio de actitud fue percibido como una traición en algunos sectores de la izquierda, que pedían oponerse a la ratificación del tratado para obligar al Gobierno francés a renegociarlo.
Por ello, la incógnita del voto de hoy no era si el tratado iba a ser ratificado, ya que contaba con el respaldo de los dos grupos mayoritarios, sino conocer si el PS podía haber sacado adelante el texto solo con sus votos.
Finalmente, Hollande y su Gobierno consiguieron convencer a una mayoría suficiente de socialistas de que votaran a favor del tratado y lograron ocho votos más de los necesarios para tener mayoría absoluta sin contar con los de la oposición conservadora.
Hollande destacó este hecho y alabó la labor del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que "ha permitido a la izquierda votar conjuntamente el tratado".
El jefe del Gobierno, por su parte, indicó que la adopción del texto "no es un fin, es una etapa hacia la reorientación de Europa" que Francia ha emprendido desde que los socialistas llegaron al poder.
El texto debe ahora superar el trámite del Senado, donde comenzará a ser debatido a partir de mañana.
En esa cámara, los socialistas carecen por sí solos de la mayoría suficiente para ratificar el tratado, por lo que necesitarán el apoyo de la oposición conservadora.
Los más activos en su rechazo al tratado fueron los diputados del Frente de Izquierdas, que el pasado día 30 convocaron una manifestación en contra del mismo.
En el seno del PS se había establecido un debate interno, que se saldó por un voto de la dirección a favor del tratado, aunque eso no impidió que veinte diputados votaran en contra.
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