La CE insiste en que el presupuesto plurianual es "razonable" y un plan anticrisis

El colegio de comisarios europeos, en su primera reunión tras el receso de verano, abordó hoy, junto con un primer intercambio de opiniones sobre la futura propuesta para la unión bancaria, la posición de la CE para el debate que tendrá lugar el día 30 en el Consejo informal de Asuntos Generales en Chipre sobre el presupuesto plurianual para los próximos siete años.

La portavoz de la CE Pia Ahrenkilde recordó que el presupuesto, sobre el que hay grandes diferencias entre los países miembros, es "moderno" y "favorece el crecimiento".

"Se trata de un presupuesto en respuesta a la crisis, un presupuesto de inversiones que se centra en infraestructuras, la ciencia, la investigación y la educación", recalcó.

Ahrenkilde argumentó que "no estamos hablando de un presupuesto para Bruselas, sino para los Estados miembros y nuestros ciudadanos y es importante ver esto como un paquete anticrisis": invierte en áreas que pueden impulsar el empleo y ayudar a crear un crecimiento sostenible y alienta a los países a solucionar sus desequilibrios macroeconómicos con las medidas que contiene, alegó.

El objetivo es llegar antes de fin de año a un acuerdo, pero las profundas divisiones entre los Estados miembros podría dificultar el calendario previsto.

Ante informaciones de que podría ser necesaria una cumbre extraordinaria, fuentes diplomáticas han dicho a Efe que "no hay nada decidido en esa dirección" y que tampoco tendría que ser necesariamente una cita especial.

La Comisión Europea espera progresos en el Consejo que se celebrará mañana en Nicosia y en la siguiente reunión del día 24.

La Presidencia chipriota ha pedido a todos los países que definan su posición de cara a las negociaciones y ese documento será debatido en la cita, en la que los ministros analizarán además "por primera vez" cifras, dijo por su parte el portavoz comunitario de Programación Financiera y Presupuestos, Patrizio Fiorilli.

Hasta ahora los países han discutido sobre el monto general y sus diferentes posiciones: algunos quieren más dinero, otros menos y el Parlamento Europeo se suele alinear con la CE.

La propuesta de la CE calcula un techo para los compromisos -que se refieren al importe máximo de pagos futuros a los que se puede comprometer la UE- de 1,033 billones de euros.

Por contra, los pagos -que es el monto anual máximo de desembolsos que se derivan de compromisos actuales y pasados que deben efectuarse- se situarán en 987.599 millones de euros.

Eso supone el 1,08 % de la renta nacional bruta de la UE en la partida de compromisos, y el 1,03 % de la renta nacional bruta de la UE en la de pagos.

Pero los países contribuyentes netos, como Alemania, exigen que se limiten los pagos estrictamente al 1,0 % de la renta nacional bruta.

Frente a esta posición, los llamados "amigos de la cohesión", como España, Portugal, Grecia y varios países del este, lamentan que en la propuesta de la Comisión haya menos y no más dinero para la política de cohesión.

Tanto estos países como la Comisión acusan a los países contribuyentes netos de "no ser coherentes" con el mensaje transmitido por los líderes europeos en la última cumbre de junio cuando abogaron por impulsar el crecimiento y las inversiones.