La economía británica se contrae un 0,2% en el cuarto trimestre de 2011
El gobernador del Banco de Inglaterra aboga por prorrogar el programa de estímulos
La economía británica se contrajo un 0,2% en el cuarto trimestre de 2011, un dato que no ha sorprendido aunque es algo peor que la contracción del 0,1% que esperaban los analistas. La cifra, que es todavía provisional y puede oscilar dos décimas arriba o abajo, deja el crecimiento del año pasado en el 0,9%, lejos del 1,7% registrado a lo largo de 2010. Los expertos creen muy posible que Reino Unido esté ya ahora mismo en recesión, pero estiman que esta no alcanzará en ningún caso el dramatismo de la recesión de 2009, cuando se prolongó durante cinco trimestres consecutivos y contrajo el PIB británico en un 7,1%.
Es la segunda vez que la economía británica se contrae desde la llegada de la coalición de conservadores y liberales-demócratas al poder: en el cuarto trimestre de 2010 cayó un 0,5%, pero los analistas coincidieron en atribuir aquel tropiezo a la inesperada crudeza de los primeros meses del invierno del pasado año.
Ahora, la oposición laborista culpa al Gobierno del mal dato y lo atribuye al programa de ajuste del gasto público, que a su juicio es demasiado rápido y demasiado profundo. Pero el responsable del Tesoro y canciller del Exchequer, George Osborne, se ha refugiado hoy en la crisis del euro para explicar el retorno al crecimiento negativo y ha defendido la necesidad de mantener el ajuste.
"Creo que tenemos el plan adecuado y que tenemos que seguir pegados a él, pero teneos que aceptar que los problemas de la economía británica -difíciles y creados durante los últimos 10 años- se han agravado por la situación en la zona euro y la crisis que atraviesan nuestros vecinos", ha declarado Osborne. Una explicación casi gemela a la que daban los laboristas en 2008 al echar la culpa de la crisis al entorno internacional.
El crecimiento negativo británico coincide con tendencias similares en Alemania, donde la economía ha caído un 0,25%, y España, que ha entrado de nuevo en tasas de crecimiento negativas. Datos igualmente negativos se esperan en otras economías europeas, como Francia. Pero los analistas estiman que Reino Unido superará con más facilidad la crisis debido a que el Banco de Inglaterra probablemente incrementará su actual programa de inyección de liquidez a la economía. Una ventaja comparativa, sin embargo, que los británicos llevan ya años utilizando sin que ni eso ni su autonomía en materia de tipos de interés les haya puesto en mejores condiciones que a los grandes países de la muy zarandeada zona euro.
En el caso británico, la caída de un 0,9% de la producción industrial y la contracción de las ventas de gas y electricidad debido a un invierno inusualmente suave están también entre las explicaciones de la contracción. El tiempo nunca satisface a nadie, o porque hace demasiado frío o porque hace demasiado poco.
La contracción de la economía ha coincidido con el anuncio, la víspera, de que la deuda británica superó en diciembre la cifra simbólica del billón de libras: un 1 seguido de 12 ceros. Es un dato de impacto mediático pero que no ha puesto nervioso al mercado. Primero, porque ya se esperaba. Y, segundo, porque aunque parezca contradictorio, el endeudamiento ha crecido menos de lo esperado: 13.700 millones de libras en diciembre (16.400 millones de euros), por debajo de los 15.000 millones de libras estimados y de los 18.000 millones en los que aumentó en noviembre. Pero suficiente para que el saldo total alcance la cifra de 1,0039 billones de libras (1,2 billones de euros).
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