Transportistas de Madrid, Barcelona y Aragón convocan una huelga en vísperas de Navidad
La protesta surge por la falta de acuerdo con la patronal para renovar el convenio del sector
La pesadilla de todo comercio: quedarse sin género justo en los días con mayor nivel de ventas del año. Este es el órdago que han lanzado los responsables de transporte de CC OO y UGT en Barcelona, Madrid y Aragón. Han convocado una huelga de transportistas para los días 21, 22 y 23 de diciembre, en protesta por el punto muerto en el que se encuentra la negociación de sus convenios colectivos con las patronales. Pretenden paralizar todo el transporte por carretera justo antes de navidad, tres de los días con mayor nivel de consumo en tiendas, supermercados y centros comerciales.
"Sabemos y somos conscientes de que hay empresas de transportes que lo están pasando mal. Pero hay otras que ganan dinero. Hemos sido imaginativos y hemos ofrecido propuestas para el convenio que podían encajarles a todas, pero la patronal se ha limitado a rechazarlo todo", asegura José Villares, secretario general del sector Carretera de CC OO de Cataluña. Las patronales con las que se sientan a negociar este sindicato y UGT de Cataluña son Acet y Trancalit. "Se están pagando salarios por encima del IPC, y eso ya no es posible. Hay menos mercancías que transportar. Es cierto que los sindicatos han puesto propuestas sobre la mesa, pero son poco realistas y en muchos casos, limitan la libertad de los empresarios", valoró Manuel Colomé, secretario general de Acet.
Los convenios del sector son en general provinciales. CC OO y UGT de Cataluña han convocado la protesta para la provincia de Barcelona, que es donde el convenio sigue encallado. A su convocatoria, señaló ayer, se sumaron también los sindicatos del sector que protestan por los convenios de Madrid y Zaragoza. En Guadalajara, donde en un principio también se preparaban paros a lo largo de diciembre, hay según Villares un principio de acuerdo.
De producirse finalmente la huelga, podría afectar, solo en la provincia de Barcelona a unas 1.500 compañías de transporte y cerca de 27.500 trabajadores. "En 2007 había 40.000 empleados. Es increíble lo que está sufriendo el sector", apunta Villares. El secretario general de transporte de UGT, Juan José Pérez, cree que las patronales "tienen parados todos los convenios a la espera de una segunda reforma laboral". Pérez asegura que las empresas "piden no solo no subir precios, sino desregularizarlos, jornadas de lunes a domingo, abaratar costes y regresión en las condiciones laborales y económicas", denuncia.
Villares insiste en que han ofrecido "propuestas imaginativas". El convenio de 2002 contemplaba subidas salariales del IPC real más un punto. Para el nuevo convenio, ofrecieron rebajarlo a IPC más 0,25. No prosperó, así que han puesto encima de la mesa, según dice, otras ideas. "Si nos aseguraran que congelando o incluso bajando sueldos iban a mantenerse el empleo, lo estudiaríamos. Pero no es así", se queja el sindicalista.
Los representantes sindicales son conscientes de que una huelga en esas fechas afectará a los ciudadanos e incluso a la economía. "El objetivo de la huelga es que las empresas reaccionen ante una situación insostenible", se defiende Pérez. Tanto CC OO de Cataluña como UGT de Cataluña acudirán el lunes a un acto de conciliación con la patronal, en un último intento por lograr un acuerdo a través de la mediación extrajudicial. Ni los sindicatos ni las patronales tienen expectativas de que llegue a buen puerto. "Pero aunque haya huelga, no habrá problemas de abastecimiento. Y menos sabiéndolo con tiempo", dice Colomé, de Acet. Los almacenes, asegura, ya están llenos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.