Funcas afirma que la economía sumergida en España asciende al 24% del PIB
Un informe de la fundación de las cajas estima que el dinero que se escapa al control del Fisco se cuadruplicó durante el 'boom' inmobiliario
La economía sumergida existe, pero no aparece en las estadísticas oficiales. Así, a la espera de que el INE, obligado por la UE, publique una aproximación del dinero B que se mueve en España a partir del próximo año, existen varios análisis que tratan de calcular cuál es su volumen. Entre ellos, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) recurre a indicadores sobre el consumo de energía, el uso de capitales y el conocido como MIMIC (Multiple Indicator and Multiple Causes) para llegar a la misma conclusión: la economía sumergida en España representa hasta el 23,7% del PIB entre 2005 y 2008 según las proyecciones más altas recogidas en el informe de Funcas.
La cifra publicada hoy, que es una de las valoraciones más altas realizadas por los expertos, supera el 17% del PIB que Funcas adelantó el pasado marzo, aunque en este avance no se recurría al método monetario -que es el que ofrece el dato del 24%- para evaluar el volumen de la economía que escapa al control del Fisco. De hecho, sus autores, los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos María Arrazola, José de Hevia, Ignacio Mauleón y Raúl Sánchez optan por citar una media del 21,5% del PIB.
Independientemente de la cifra, el estudio constata el fuerte crecimiento de la economía sumergida, que ha pasado de un 12,5% del PIB hasta 1985 a superar el 20% a partir del 2000 al calor del fuerte crecimiento de la economía española vinculado al boom inmobiliario. Este análisis lleva a sus autores a afirmar que "economía sumergida y bonanza económica son perfectamente compatibles".
De hecho, el informe destaca que el aumento de la economía sumergida coincide con el fuerte crecimiento de la actividad económica oficial, aunque con claras divergencias. En este sentido, si en los últimos 30 años la economía española se duplicó, la sumergida se cuadruplicó. Esto es debido, añaden los responsables del texto, al incremento de la presión fiscal, que supone un incentivo para los defraudadores. En el periodo de análisis, ha aumentado más de 10 puntos porcentuales, hasta el 35% del PIB.
Por su culpa, las arcas del Estado dejaron de ingresar en la pasada década hasta 32.000 millones de euros, lo que equivale al 5,6% del PIB oficial y, por aquello de comparar, casi el mismo porcentaje de déficit con el que el Gobierno espera cerrar este 2011.
Por ello, los autores del estudio advierten de que no se puede caer en la "tentación" de considerar la economía sumergida como una parte consustancial de la actividad económica, ya que a largo plazo supone un "duro" lastre.
Junto al volumen, el estudio también afirma que hasta 1984 trabajaron en la economía sumergida 1,4 millones de personas. Entre 2006 y 2008, sin embargo, esta cifra se disparó a 4 millones de personas, aunque podría bajar en un futuro si el plan que ha puesto en marcha el Gobierno para aflorar el trabajo en negro da sus frutos.
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