S&P rebaja en un escalón la nota de solvencia de Cataluña
La agencia justifica el recorte porque la comunidad no ha cumplido con sus objetivos de reducción del déficit
La agencia Standard & Poor's (S&P) ha rebajado en un peldaño la nota de solvencia de la deuda de Cataluña de A+ a A, lo que en cualquier caso sigue suponiendo una calidad buena para la inversión. La sociedad, una de las tres que domina el mercado de la calificación de riesgos justifica su decisión en el hecho de que la autonomía no ha alcanzado los objetivos de consolidación fiscal previstos, ha vuelto a gastar más de lo que debería y, por tanto, no podrá cumplir con las metas de reducción del déficit del 1,3% comprometido en el Plan de Estabilidad del Estado.
Además, deja la puerta abierta a futuros descensos al dejar su calificación en "perspectiva negativa", lo que implica que es más posible una nueva rebaja que un movimiento en sentido contrario. Según explica la agencia en un nota, la clave para ello será si Cataluña recibe las transferencias adicionales de la Administración Central de 2.100 millones de euros que reclama la Generalitat en 2011, así como la media de 1.500 millones anual que espera hasta 2013.
En caso de que no se cumplan estas expectativas, el déficit, advierte la sociedad, seguirá en niveles excesivamente altos y obligará al Gobierno de Artur Mas a dedicar entre un 45% y un 25% de sus ingresos de este año a pagar los intereses derivados de su deuda en lugar del 10% calculado. Este dinero se incluye en el llamado fondo de competitividad, actualmente en discusión entre Madrid y Barcelona.
Hace ahora exactamente un año que S&P situó el rating de Cataluña en este A+ con el argumento de que su deuda estaba en niveles altos y gastaba más de lo que debería. Ahora, doce meses después, asegura que el déficit ha bajado menos de lo esperado y se han deteriorado sus condiciones de líquidez, al tiempo que no contempla una mejora a corto o medio plazo.
Pese a ello, destaca que la comunidad va a seguir gozando de un "fuerte acceso" a los mercados externos de financiación, un factor que sustenta su nueva calificación y que ha impedido que haya bajado más. Eso sí, también alerta de que no descarta que en este aspecto también sufra dificultades imprevistas, aunque este no es su escenario base.
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