Nasdaq retira su oferta por el control de la Bolsa de Nueva York
La plataforma tecnológica no tenía garantías de que la operación fuese a tener el visto bueno de los reguladores
Un problema menos para la Deutsche Börse en su estrategia de expansión trasatlántica después de que la plataforma Nasdaq haya renunciado a la carrera por hacerse con el control del New York Stock Exchange (NYSE), el parqué de referencia de Wall Street. Entre los motivos de su retirada, el gestor de la plataforma bursátil electrónica por excelencia no tiene garantías de que la operación vaya a tener la luz verde de los reguladores.
El Nasdaq, que hizo piña con el Intercontinental Exchange (ICE) -uno de los mayores gestores de futuros del mundo- para intentar minar la fusión de su rival neoyorquina con la Bolsa de Fráncfort, ya tuvo grandes dificultades para convencer a los gestores del NYSE de que se sentaran en una misma mesa para, al menos, escuchar lo que se le ofrecía. Por eso se planteaba atacar por la vía hostil, cortejando directamente a los accionistas.
Las dos bolsas estadounidenses elevaron en abril a 11.300 millones de dólares la oferta por el NYSE para llevárselos a su terreno. Pero los gestores del Nasdaq y el ICE recibieron dos negativas por escrito del NYSE. Antes de movilizar la artillería pesada en su ataque, consultaron con el Departamento de Justicia y en el examen preliminar quedó claro que no conseguirían el aprobado.
Las dificultades reguladores fueron precisamente el argumento utilizado por el Big Board -así se conoce al gestor de Wall Street- para oponerse a la oferta conjunta del Nasdaq y el ICE. La plataforma electrónica con escaparate en Times Square se queda así descolgada del proceso de consolidación. Y su retirada supone un varapalo a la idea de crear una gran Bolsa en EE UU.
La Bolsa de Toronto se queda en manos canadienses
El anuncio del Nasdaq se hace público después de que este fin de semana los principales bancos canadienses y fondos de pensión forjaran una alianza para hacerse con el control del Toronto Mercantil Exchange (TMX), por el que a comienzos de año lanzó una oferta de compra el London Stock Exchange (LSE) para crear un gigante en el mercado de derivados.
El consorcio canadiense, bautizado como Maple Group, ofrece 3.700 millones de dólares, con lo que supera con comodidad la iniciativa británica. La posibilidad de que la integración del LSE con el TMX fracase es grande. La opción, además, coloca a la Bolsa londinense en una posición de vulnerabilidad, hasta el punto de poder convertirse de nuevo en objetivo de compra, quizás del Nasdaq.
La plataforma estadounidense, la preferida tradicionalmente por las firmas tecnológicas, ya hizo una tentativa de acercamiento a la británica, a raíz de que el NYSE y el Euronext integraran su negocio bursátil. Y en este baile podrían entrar también a competir los mercados de derivados y opciones de Chicago o las bolsas en países emergentes de Asia y América Latina.
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