El astillero Vulcano se enfrenta a la suspensión de pagos tras la liquidación de una filial
Los acreedores rechazan asumir la deuda de Factorías Juliana, de 60 millones de euros
El delicado equilibrio de los astilleros, que financian sus construcciones con avales que cancelan en el momento de la entrega de los barcos, ha puesto al límite a uno de los principales constructores gallegos, Vulcano. Su filial Factorías Juliana ha entrado hoy en liquidación, después de que los acreedores (principalmente el Banco Popular a través de la sociedad publico privada Pymar), se negasen a aceptar una quita del 79% sobre la deuda, que se eleva a 60 millones.
Vulcano tenía un comprador (astilleros Armón) para los terrenos de su planta asturiana por 16 millones de euros. Con ese dinero esperaba asomar la cabeza en medio de una crisis de pedidos sin precedentes.
El efecto de la decisión, tomada esta mañana en Oviedo, traslada ahora la deuda de Juliana sobre Vulcano, que se enfrenta ahora a su propia suspensión de pagos. Los 113 que tiene en plantilla están encerrados desde ayer en las instalaciones de Vigo y reclaman del Gobierno central y de la Xunta de Galicia una solución.
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