El presidente de Competencia presenta a Aguirre su dimisión

El presidente del Tribunal vasco de la Competencia, Javier Berasategui, ha presentado su dimisión al consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, después de cuatro años al frente de la institución, según confirmaron ayer fuentes del Ejecutivo. La dimisión se produce, según fuentes oficiales, por un tema estrictamente profesional cuando todavía le quedaban dos años de mandato. Posiblemente, aunque este extremo no ha sido confirmado, abrirá su propio bufete especializado en temas de competencia. Un área en el que cada vez va a haber más trabajo, como ya sucede en el resto de España y Europa.

Berasategui tenía buenas relaciones con el actual Gobierno y más en concreto con el consejero de Economía y Hacienda, pese a que fue nombrado como máximo representante del organismo por el antecesor del lehendakari Patxi López, Juan José Ibarretxe. El Gobierno valoraba también su trayectoria y la producción de resoluciones que ha adoptado a lo largo de su etapa profesional al frente de la institución. La última fue una dura sanción de 3,4 millones de euros a Telefónica por prácticas anti mercado contra la compañía Euskaltel, que el gigante que dirige Cesar Alierta, ha anunciado que va a recurrir.

Berasategui, que se incorporó a la presidencia del Tribunal vasco de la Competencia procedente de Bruselas, donde prestaba sus servicios en una compañía de abogados americana, seguirá durante unos días al frente de la institución, sin dejar un vacío, hasta que se materialice la sucesión, posiblemente a principios de marzo.

Lo cierto es que el Tribunal Vasco de la Competencia y el servicio Vasco de la Competencia, estaban a punto de llegar al final de un ciclo ya que el Gobierno está preparando el borrador del anteproyecto de Ley de la Competencia. Un texto llamado a superar el decreto por el que fue creado en la época de Ibarretxe, y que además va a reconfigurar los dos servicios integrándolos en uno. Tribunal y servicio, al igual que ya está pasando en otras comunidades autónomas formarán parte de la misma estructura, posiblemente como un organismo autónomo. Un cambio de organización en el que también era previsible un cambio de nombres para llevar el nuevo barco.