El 11% de las ayudas regionales de la UE se pagaron por error en 2008
La política de cohesión, equivalente a un tercio del presupuesto comunitario, encabeza los errores en el gasto, dice Tribunal de Cuentas
El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea considera que la política de cohesión, que supone un tercio del presupuesto comunitario, sigue siendo un ámbito problemático y el más afectado por los errores de gestión presupuestaria. De hecho, señala que al menos el 11 % del importe total de las ayudas regionales reembolsadas el año pasado, es decir, unos 2.600 millones de euros, no deberían haberse pagado. Aunque, por segundo año consecutivo, esa institución formula una opinión sin reservas sobre la fiabilidad de los pagos comunitarios -en este caso los de 2008, que ascendieron a 117.000 millones de euros-, aunque eso "no significa que las cuentas sean perfectas".
El comisario responsable de Política Regional, Pawel Samecki, ha admitido que ese porcentaje de error es demasiado alto pero dejó claro que eso no implica que no se pueda justificar un 11 % del presupuesto de cohesión o que el dinero se haya perdido. "Cuando los errores dan lugar a pagos incorrectos, la Comisión toma medidas para recuperar los fondos, incluso aunque esto lleve tiempo", sostiene. Además, cree que hay que ver los errores en el contexto adecuado y no perder de vista que el dinero que se invierte a través de la política de cohesión de la UE tiene un efecto positivo en la vida de los ciudadanos. "El dinero llega a donde más se necesita: la economía real", asegura.
Sistemas de supervisión y control
En su informe anual sobre la ejecución del presupuesto de la UE para 2008, el Tribunal reitera anteriores recomendaciones sobre la necesidad de mejorar constantemente los sistemas de supervisión y control para que las medidas puedan considerarse eficaces y pide prestar especial atención a los ámbitos de gasto en los que sigue observando un nivel elevado de error. Se trata en concreto de la política de Cohesión, la de Investigación, energía y transporte y el capítulo de Ayuda exterior, desarrollo y ampliación, donde los pagos se ven afectados por los errores si bien con niveles diferentes.
El Tribunal expresa asimismo sus reservas respecto de las políticas de Agricultura y recursos naturales, con la excepción de desarrollo rural, y de Asuntos económicos y financieros, salvo el sexto programa marco de investigación y desarrollo tecnológico. No obstante, emite una opinión favorable sobre la fiabilidad de las cuentas de la Unión Europea correspondientes a 2008 y concluye que presentan fielmente, en todos sus aspectos significativos, la situación financiera de la UE. Respecto de la legalidad y regularidad de las operaciones, los resultados globales reflejan las mejoras logradas en la gestión del presupuesto en los últimos años. Indica también que en muchas situaciones, los errores son consecuencia de la excesiva complejidad de normas y reglamentos y que a simplificación de los procedimientos sigue siendo una prioridad.
En palabras de Vítor Caldeira, presidente del Tribunal de Cuentas Europeo, en conjunto parece registrarse una disminución de los porcentajes de error debido a las mejoras en la gestión del presupuesto, pero persisten la complejidad de los marcos jurídicos y los problemas en algunos sistemas de control. El Consejo y el Parlamento Europeo determinan anualmente el presupuesto general de la Unión y es la Comisión Europea, individualmente o en cooperación con los Estados miembros, la responsable de la ejecución del mismo. El informe anual del Tribunal de Cuentas sirve de base al procedimiento de aprobación de la gestión que cierra el ciclo presupuestario anual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.