El Banco de España advierte contra aumentar los 'números rojos' del Estado en tiempos de recesión

El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, ha advertido hoy de que "no hay nada peor" que un escenario de recesión económica combinado con un déficit público "muy voluminoso", que obligue a actuar contractivamente desde el punto de vista fiscal.

Durante la presentación de los resultados anuales de las empresas no financieras de la central de balances, Malo de Molina ha puesto la atención en el hecho de que los ingresos públicos están cayendo a una "velocidad importante", por lo que las actuaciones que se hagan en este frente deben tener una perspectiva "consistente a la estabilidad presupuestaria".

Malo de Molina, que no obstante ha declinado valorar las medidas anunciadas ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado que hay razones que piden prudencia en el uso del margen disponible porque la situación de las finanzas públicas se ha visto deteriora con rapidez.

Así, tan solo se ha limitado a recordar las recomendaciones de la Comisión Europea, que quiere que las medidas fiscales "deben estar bien dirigidas, ser selectivas para tratar de resolver problemas específicos, y ser transitorias", por coherencia con la estabilidad presupuestaria a medio y largo plazo. En cualquier caso, ha constatado que el déficit público se aproximará al 3% y que el deterioro rápido del escenario económico implica que las finanzas públicas son muy sensibles, especialmente a la evolución del sector inmobiliario.

En lo que respecta a la central de balances, el beneficio neto de las grandes empresas españolas creció un 25,7% entre enero y septiembre de 2008 impulsado por los ingresos extraordinarios anotados en este periodo, sin los que esta cifra habría caído un 3,6%, lo que pone en evidencia la tendencia decreciente de los resultados empresarial en consonancia con la evolución de la economía española.

Según ha explicado Malo de Molina, se da la circunstancia de que el resultado bruto de explotación trimestral cayó un 1,8%, la primera caída de esta variable en datos trimestrales desde 1994.