Sánchez Galán exige al Gobierno un marco estable y eficiente para el sector eléctrico

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, exige al Gobierno un marco estable y eficiente para abordar inversiones que son necesarias y modernizar el sector eléctrico. En un encuentro con periodistas en Nueva York, previo al acto en el que recibió el premio como líder empresarial del año que otorga la Cámara de Comercio España-Estados Unidos, Sánchez Galán lanzó una dura crítica a la política energética seguida en los últimos años por los respectivos Gobiernos. "España no es precisamente un ejemplo de claridad regulatoria", incidió, para remachar: "Hay que intentar dar estabilidad al mercado para que deje de estar sometido a turbulencia".

Sánchez Galán subrayó que el país necesita inversión en redes y en infraestructuras y que eso requiere transparencia para que los mercados internacionales den la confianza a las empresas para hacer esas inversiones. En cualquier caso, dio un voto de confianza al ministro de Industria, Miguel Sebastián, del que manifestó que entiende muy bien el alcance y las necesidades del sector.

La regulación que pide Sánchez Galán busca que se fijen las necesidades, las fuentes de energía y la tecnología que se va utilizar, así de cómo se va a financiar. A su juicio, hay que tener muy en cuenta que la energía es un bien escaso y que hay que cuidarla. En ese sentido, Iberdrola apuesta firmemente por las energías renovables, pero no desecha otro tipo de energía como la nuclear. "Un país como el nuestro no se puede permitir el lujo de cerrar nucleares", recomendó. Luego añadió: "No me compete a mí decir si hay que hacer mas centrales nucleares o no, nosotros nos acoplamos a lo que dicen los Gobiernos de los países en los que estamos".

El empresario salmantino se refirió entonces al futuro de Iberdrola y a las propuestas de fusión que la unen con otros grupos empresariales españoles y europeos. "No tenemos muchos sectores de los que podamos presumir de tener una empresa entre las cinco mayores del mundo e Iberdrola es la cuarta del suyo", sacó pecho Galán para después mandar un mensaje al Gobierno español: "Ya somos campeones nacionales". Después de lanzar este mensaje, aclaró que la empresa que preside no necesita fusiones ni con empresas españolas ni europeas, en respuesta a la posible integración con Gas Natural y los supuestos intentos del grupo francés EDF.

Es conocido el rechazo a cualquier operación, pero abundó en esta cuestión. Sobre EDF fue categórico, después de atacar la condición de empresa pública de la compañía: "Se necesitan empresas capaces de competir en el mercado internacional y nosotros somos tan grandes como los demás europeos y con más valor, por ejemplo, que E.ON o Enel", "no se puede quedar el sector en manos de dos empresas, una francesa y otra alemana", dijo respecto al grupo francés. Y sobre Gas Natural poco menos que descalificó los intentos: "Si compras una cosa para luego vendérsela a otro, pues mejor quedarse como estás", en referencia clara a los intereses de accionistas importantes de la empresa, como la constructora ACS, propietaria del 13%.

El presidente de Iberdrola, por otra parte, llegó a Nueva York con la decisión de que su empresa no va a pujar por British Energy, porque la eléctrica pide mucho dinero, explicó. Aunque todo puede una maniobra dilatoria, típica en el mundo de los negocios, Sánchez galán se mostró tajante y aseguró que no le interesaba, lo que no quiere decir, insistió, que Iberdrola no vaya a participar en el desarrollo de la energía nuclear en el Reino Unido. La empresa controla en dicho país Scotish Power y tiene en marcha inversiones en renovables, mejora de centrales térmica y secuestro de CO2.

Iberdrola tiene un programa de inversiones hasta 2010 de 24.000 millones de euros y, además de Reino Unido, también tiene interés en México, Brasil y Estados Unidos. Precisamente, en este último país está a punto de que las autoridades del estado de Nueva York concedan la autorización para cerrar la compra de Energy East, compañía que opera en los estados de Maine, Connecticut, New Hampshire y Pennsilvalnia, además de Nueva York. La entrada en Energy East forma parte del plan de implantación en Norteamérica, donde la empresa tiene en marcha un plan de inversión que si se concreta la compra de Energy East alcanzará los 20.000 millones de euros. En México pretende participar en el desarrollo de la energía nuclear y de eso habló ayer con el presidente Calderón en Madrid, a donde se trasladó inmediatamente después de recibir el galardón en presencia de los embajadores de España en Washington, Carlos Westendorp, y de Estados Unidos en España, Juan Aguirre.