"Estamos los que no podemos pagarnos unas vacaciones"
Unas 9.000 personas según la policía, 25.000 de acuerdo a los organizadores, acuden a la manifestación del Primero de Mayo en Madrid
9.000 personas según la policía. 25.000 según los organizadores. Todos con pancartas, banderas y una sonrisa han recorrido esta mañana el centro de Madrid en la manifestación organizada con motivo del Primero de Mayo. Los más de 15 grados que hacían en la capital hacia las 12.30 de la mañana animaron a los trabajadores a salir a la calle en su día libre. "Aquí estamos los de verdad, los que preferimos esta manifestación a irnos de puente", decía una mujer ondeando una bandera sindical. "Y también estamos los que no podemos pagarnos unas vacaciones", añadía su compañera entre risas. A los lados de la calzada, muchos extranjeros fotografían la marcha, que a pesar de celebrarse en medio de cuatro días festivos, tuvo una presencia similar a la del año pasado, según los asistentes.
La mayor parte de asistentes rondaban el medio siglo. Paseaban tranquilos bandera en mano. Los más jóvenes, la mayoría de las juventudes de varios partidos políticos de izquierda y sindicatos, eran los que más ruido hacían, ya que iban acompañados de tambores y timbales. Algunos trabajadores, como los del servicio de limpieza de la Comunidad de Madrid, acudieron ataviados con sus uniformes, y aprovecharon para dar a conocer la posible huelga que preparan para el 10 de mayo si las negociaciones de su convenio colectivo no salen adelante. "Venimos de verde y amarillo fosforescente, a ver si así se nos ve más", comentaban.
Organizaciones de inmigrantes
El rojo dominaba la marea de gente, por los colores de los principales organizadores, los sindicatos UGT y CC OO. También se vieron multitud de banderas republicanas y carteles con los colores de la bandera española y un símbolo de la paz dibujado en su interior. A la cola de la manifestación, algunas organizaciones de inmigrantes, kurdos y ecuatorianos principalmente, participaban en la jornada.
Las principales reivindicaciones de la marcha han sido sin duda de carácter sindical: las pancartas lucían exigencias por la igualdad de sueldo, la jubilación de los trabajadores de la obra a los 60 años y las medidas de conciliación y seguridad en el trabajo. Otros, sin embargo, han aprovechado la manifestación para llamar la atención sobre otros motivos. Pancartas contra la especulación inmobiliaria, el derecho a una vivienda digna e incluso la laicidad del Estado salpicaban la marcha que discurrió entre la Cibeles y la Puerta del Sol.
A su llegada a la Puerta del Sol, las obras que hicieron de embudo y el espacio reducido de la plaza hicieron que muchos grupos se dispersaran por todo el centro, y muchos abandonaran ya la marcha. Diferentes líderes sindicales comenzaron entonces sus parlamentos entre los aplausos de los incondicionales, que aguantaron bajo el sol de las dos de la tarde, y algunos manifestantes poco conformes con los discursos que gritaban sus propias consignas altavoz en mano. Los secretarios generales de los sindicatos CC OO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, han hecho hincapié en la necesidad de mantener los sueldos dignos y los derechos sociales de los trabajadores en un momento de incertidumbre económica. Al terminar, los trabajadores ya paseaban por las calles colindantes a Sol, donde todo permanecía cerrado "por el día del trabajador".
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