Alemania y Francia se repartirán "cargas y oportunidades" de la reestructuración de Airbus
Angela Merkel y Jacques Chirac han tratado el tema en la reunión celebrada en el Palacio de Meseberg, al norte de Berlín
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Jacques Chirac, aseguraron hoy que el motor político franco-alemán está intacto pese a las diferencias surgidas en la reestructuración del consorcio aeronáutico europeo Airbus. Merkel y Chirac añadieron, tras una reunión en el Palacio de Meseberg, la nueva residencia para invitados del gobierno situada al norte de Berlín, que Alemania y Francia asumirán a partes iguales las "cargas" y "oportunidades" que se derivan del saneamiento de Airbus.
"Hemos alcanzado una posición común, y es que queremos que Alemania y Francia sigan siendo los pilares fundamentales de este proyecto", señaló Merkel en una rueda de prensa conjunta.
La canciller subrayó que se trata de un mensaje de carácter "político" y no empresarial, pero insistió en que la reestructuración social y tecnológica debe producirse de forma equitativa.
Reparto tecnológico equilibrado
A la pregunta de si podía precisar qué significaba esto en la práctica, Merkel señaló que además del reparto de los sacrificios laborales que implica el saneamiento, ambos países se han propuesto mantener un reparto tecnológico equilibrado, el principal escollo entre ambos en las negociaciones que se están llevando a cabo.
La canciller quitó con ello indirectamente de la mesa toda opción a que sea, por ejemplo, España la que pueda llevarse una mayor parte del pastel del futuro Airbus A350, que se construirá con materiales ultraligeros, tecnología en la que no sólo está avanzada Alemania sino también España.
Las diferencias sobre el reparto del desarrollo del futuro A350 había sido hasta ahora uno de los principales problemas en las negociaciones entre Francia y Alemania, pues los planes de saneamiento conocidos como "Power 8" contemplaban reducir drásticamente la aportación tecnológica alemana.
Soluciones laborales
Chirac hizo especial hincapié en la necesidad de buscar soluciones laborales socialmente equilibradas. Aunque señaló que será la empresa la que deberá definir las condiciones del saneamiento, subrayó que éstas deberán evitar los despidos directos y "el cierre de plantas si no hay compensaciones".
Ninguno de los dos hizo alusión a las cifras anunciadas el martes pasado por el primer ministro francés, Dominique de Villepin, quien en una entrevista señaló que el recorte de plantilla afectaría a un total de 10.000 personas.
Un diario alemán señaló ayer que de la cifra mencionada por Villepin, 3.700 empleos se recortarían en Alemania, 4.300 en Francia, 1.000 en España y otros 1.000 en el Reino Unido, lo que en principio podría interpretarse como un reparto relativamente equitativo.
Chirac confirmó indirectamente parte de estas cifras, al afirmar hoy que en los planes está previsto que el recorte de empleo sea "algo mayor" en Francia. Para Merkel, todo este tira y afloja forma parte de un "proceso normal" en cualquier negociación.
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