Liberados los cuatro empresarios españoles de FCC retenidos en Egipto por un conflicto laboral
Los 800 trabajadores de una empresa de recogida de basuras exigían el doble del finiquito
Los cuatro directivos de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) retenidos durante nueve horas en la ciudad egipcia de Guiza han sido liberados, según la Dirección General de Comunicación Exterior. Los cuatro españoles fueron retenidos en las oficinas de la empresa Guiza Environmental Services (GES), filial de FCC, como medida de presión en la negociación de su liquidación.
Un grupo de unos 800 empleados retuvieron a los cuatro españoles en las oficinas situadas en el garaje de la empresa Guiza Environemental Service (GES), entidad hermana de Egypt Environemental Services (EES). El motín se inició a las siete de la mañana hora local (06.00 hora peninsular española) y finalizó pasadas las tres de la tarde.
La empresa GES liquidaba hoy sus operaciones y se preparaba para entregar a los trabajadores su finiquito, a razón de un mes de salario por año trabajado; los empleados querían el doble de dinero.
Fuentes de la compañía consultadas ha confirmado que los cuatro directivos se encuentran "perfectamente" y están en contacto permanente con el delegado de FCC en el país. Además, la empresa mantiene informadas de forma pertinente del suceso a las autoridades españolas en Egipto a través de la Embajada, así como a las egipcias.
Se trata del enésimo incidente sufrido por GES, que precisamente decidió clausurar los servicios por los reiterados impagos de la gobernación de Guiza, que habían acumulado una deuda de 70 millones de libras egipcias (unos diez millones de euros). GES es además la segunda empresa española de recogida de basuras que cierra sus puertas en el llamado Gran Cairo por problemas de impago: la otra fue Urbaser, empresa participada mayoritariamente por ACS.
En el caso de Urbaser, también su liquidación degeneró en desagradables incidentes, hace ahora un año, en este caso causados por las mismas autoridades gubernativas, que bloquearon los accesos a los locales de Urbaser el día del cierre para impedir que fueran retiradas sus máquinas. Urbaser cerró sus servicios por problemas similares a los de GES, pues también acumulaba impagos por una suma equivalente a 10 millones de euros.
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