El presidente de Hyundai, detenido por el escándalo de corrupción de su compañía

Un tribunal de Seúl ha ordenado hoy la detención de Chung Mong-koo, presidente del gigante surcoreano del motor Hyundai, acusado de desvío ilegal de fondos y soborno a funcionarios públicos. Una vez producido el arresto, Chung fue conducido a un centro de detención preventiva en las afueras de Seúl. La Fiscalía sospecha que Hung utilizó cerca de 137 millones de dólares para crear un fondo ilegal con el que comprar la voluntad de cargos públicos.

Además, el alto directivo ha sido acusado por la Fiscalía de Seúl de causar perjuicios a la empresa por 390.000 millones de wones (unos 411 millones de dólares). Una vez producida la detención, "el sospechoso ha negado la mayor parte de las acusaciones y se teme que podría destruir pruebas, pues todos los implicados en este caso son directivos de la compañía", ha explicado Lee Jong-seok, juez del Tribunal del Distrito Central de Seúl.

Según la acusación del fiscal, Chung, de 68 años, habría empleado esos fondos ilegales para afianzar su control sobre el grupo y sobornar a funcionarios gubernamentales, a fin de reducir las deudas de las filiales del conglomerado empresarial y sacar adelante varios negocios de la construcción. Además, la Fiscalía ha confirmado que Chung empleó 20.000 millones de wones de esos fondos para campañas electorales en las elecciones presidenciales del año 2002.

El escándalo salpica al hijo del presidente

Las acusaciones de corrupción y de malversación de fondos también salpicaron durante la semana pasada al hijo de Chung Eui-sun Chung, presidente de la filial de Hyundai, Kia Motors, que también tuvo que declarar ante el fiscal sobre su implicación este caso de desvío de fondos.

Hyundai Motor ocupa el séptimo lugar en el mundo en la producción de automóviles, con cuatro filiales que poseen factorías en Estados Unidos, India, Turquía y China. Según datos de la empresa, la firma surcoreana vendió en 2004 cerca de 551.000 unidades en el mercado doméstico y más de un millón en el exterior. Tras el escándalo, la compañía se ha visto obligada a aplazar de manera indefinida la construcción de más fábricas en EEUU y en la República Checa, y se ha anulado el proyecto de construir una planta en el sureste de Asia.

La semana pasada el grupo Hyundai pidió perdón por el escándalo en el que se ha visto inmerso y anunció una donación multimillonaria destinada a obras de caridad para compensar los daños ocasionados, lo que sirvió para evitar, en un primer momento, el encarcelamiento de su presidente.