El Gobierno aprueba un plan para converger con Europa en renta per cápita en 2010
La estrategia de Lisboa pretende convertir la economía europea en la más competitiva y dinámica del mundo
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy un plan de reformas para cumplir la estrategia europea de Lisboa que pretende convertir Europa en la economía más fuerte del mundo antes de 2010. Las medidas potenciarán principalmente la inversión en I+D+i y entre sus objetivos se encuentra la convergencia de España con la Unión Europea en renta per cápita y situar la tasa de empleo en el 66%.
El Gobierno cumple así el compromiso de retomar la denominada estrategia de Lisboa alcanzado en el Consejo Europeo de marzo, cuando se acordó que cada país miembro debería presentar su plan nacional al Ejecutivo comunitario antes del 15 de octubre. La Comisión analizará los programas nacionales y los incluirá en un informe anual de situación en junio de 2006.
Los objetivos prioritarios del Plan se centran en lograr la convergencia real con la Europa de los 25 en 2010 y aproximar la tasa de empleo a los objetivos de Lisboa. En concreto, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega dijo que el Ejecutivo quiere situar la cifra de empleo en el 66% (desde el 57,35% en que terminó el segundo trimestre), lo que implica, reseñó, colocar la tasa masculina por debajo de la media comunitaria e igualar la femenina.
Para conseguir esos objetivos, el Plan ha establecido siete ejes de actuación, entre los que destaca el refuerzo de la estabilidad macroeconómica y presupuestaria; el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes; y el Programa de Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua; además del aumento y mejora del capital humano.
La estrategia de Lisboa
En 2000, un Consejo de Europa celebrado en Lisboa se planteó que la Unión necesitaba establecer un objetivo estratégico claro y acordar un programa ambicioso de fomento de la innovación, modernización de la seguridad social y de los sistemas educativos.
Según las directrices que proponían esta estrategia para ese corto período de tiempo, una economía más fuerte conduciría a la creación de empleo y, junto a la política social y ambiental, se llegaría al desarrollo sostenible y a la inclusión social.
En este sentido, los objetivos globales de la Estrategia abarcan diferentes ámbitos: un crecimiento considerable de la economía europea, la internacionalización competitiva del sector privado europeo y un conocimiento intensivo de la economía europea.
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