Anonimato a pie

1. Galería Michel Soskine. Es un espacio muy interesante por su gestión. Hace exposiciones con una selección tan peculiar que ves la personalidad de alguien, y la enseña a trozos. Son esas cosas como de gran ciudad que me encantan porque soy muy urbano. Está en el primer piso de una casa (Padilla, 38) de los años treinta muy elegante.

2. Restaurante Meltin Pot. Es como de comida de todos los días, pero neoyorquina y con imaginación. Es un sitio pequeño al que, siempre que puedo, voy. Aunque la zona esté un poco apartada, Pradillo también me gusta mucho, con un cine muy industrial (Javier Ferrero, 8).

3. Su showroom-taller. Me encanta este lugar (Montesquinza, 24). Además, por pura casualidad, mi amiga Laura Ponte va a abrir justo enfrente de mi puerta su taller de joyas. Ni hecho adrede.

4. Madrid in Love. Me gusta mucho todo ese tipo de muebles industriales que lo mismo pueden ser de trabajo que de casa. Y ese espacio, en medio de la ciudad (Fernando VI, 6), es como recuperar muchas cosas de Madrid que se están reivindicando y que ahora se aprecian mucho. (Esta propuesta es una fórmula de venta efímera, pop up store, y la última acabó el 14 de diciembre).

5. Magasand. Es un lugar de comida y de sándwiches (Columela, 4), todo supernatural, bio y riquísimo. Comida muy sana, relajante y simple. Hay platos como de verduras para los que puedes hacerte tú mismo las combinaciones, esas mezclas con curry. Te lo puedes llevar o comer ahí. Y tiene una decoración muy agradable.

6. Sala Taboo. Es un lugar que yo defiendo desde hace mucho tiempo, aunque ya no vaya demasiado. Tiene los mejores disc jockey y hay días que tienen la mejor música, como si estuvieras en Londres, sobre todo muy tarde. Estás bailando horas (San Vicente Ferrer, 23).

7. Restaurante Válgame Dios. Es un lugar simpático con mezcla de gente de todo tipo y de todas las edades, porque me gustan las cosas no clasificadas donde estás a tu aire, entre gente que es de su padre y de su madre. Eso es cómodo y agradable (Augusto Figueroa, 43).

8. Barrio de Chamberí. Es donde vivo. Callejeo mucho y voy andando a todos los sitios, de hecho, no tengo coche. El puente de Juan Bravo estoy todo el día pasándolo. Me gusta mucho mi barrio, tiene una relativa calma, con esas calles como Fortuny, Zurbano... Y estás en pleno Madrid.

9. Instituto Goethe. En el mismo barrio (Zurbarán, 21) tiene un patio-jardín enorme y estás al lado de Castellana. La mayoría de la gente ni lo mira y resulta que tiene un restaurante-terraza fantástico, con una fuente, árboles, sus mesas... como si estuvieras en una ciudad centroeuropea. Como va mucho alemán hacen chucrut, pero luego hay cocina muy casera española. Agradable y barato.

10. Museo Sorolla. No soy muy de museos, pero tengo este cerca que es un gustazo. Entrar ahí es como perderte, meterte en otra atmósfera (Martínez Campos, 37).