La gramática de la política
He oído muchas veces decir que el Gobierno del PSOE dejó una mala herencia al Gobierno del Partido Popular. Asimismo, que el PSOE de Castilla-La Mancha dejó una mala herencia a Dolores de Cospedal y, también, que el tripartito catalán dejó una mala herencia a CiU. Parece ser que Rajoy, Cospedal y Mas no sabían nada.
Por eso admiro a Javier Arenas, que, habiéndonos advertido ya de que va a recibir una mala herencia, está dispuesto a aceptarla. Por sentimientos patrióticos por Andalucía, no por ambición personal.
Sin embargo, me resulta enigmático que nunca se hable de malas herencias en la Comunidad Valenciana, la de mayor déficit de España, la de mayor despilfarro en fastos y eventos durante años. Le he pedido al sabio Kalikatres una explicación a ese enigma y me ha respondido esto: "Sería un sinsentido gramatical decir que el PP dejó las arcas vacías al PP".
Así pues, cuando toda España sea de derechas, las arcas siempre estarán llenas como la valenciana; por corrección gramatical. La crisis habrá terminado. No es cierto que todos los políticos sean iguales: algunos saben gramática.
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