Buch afronta el reto de hacer más con mucho menos

"Hacer más con menos" fue la socorrida consigna que invocó Alberto Fabra cuando asumió la presidencia de la Generalitat en julio pasado con un notable tijeretazo a las cuentas públicas. Hacer más, pero con mucho menos, es el difícil reto que afronta ahora el nuevo responsable de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, quien tomará mañana posesión del cargo.

Enrique Verdeguer, nombrado el viernes presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) por el Consejo de Ministros, fue recibido con una demoledora comunicación de Standard & Poor's el día que asumió el mismo cargo hace siete meses. "Dada la débil ejecución presupuestaria de la Comunidad Valenciana en 2010, opinamos que restaurar el equilibrio presupuestario en un plazo razonable requerirá intensos esfuerzos", anunciaba la agencia de calificación.

La vinculación del organismo que gestiona la deuda de la Generalitat, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), a la Consejería de Economía forzó a Verdeguer a concentrar todos sus esfuerzos en la difícil tarea de afrontar vencimientos de créditos en un momento de máxima virulencia de los mercados financieros internacionales.

Malestar y tensiones

Verdeguer, experto en comercio internacional que estaba llamado a impulsar la internacionalización de la empresa valenciana o a desarrollar la Estrategia de Política Industrial, que fue acordada a finales de 2010 entre patronal, sindicatos y Consell en el Palau de la Generalitat, se vio atrapado por las tensiones de tesorería y nunca ocultó su malestar ante la imposibilidad de pactar siquiera un calendario de pagos con el sinnúmero de acreedores de la Administración autonómica.

Máximo Buch, con experiencia en la gestión de inversiones de capital riesgo, tiene la oportunidad de mostrar su capacidad para reflotar empresas con problemas. Verdeguer nunca ocultó que el sector público que depende de la Generalitat está sobredimensionado, pero tampoco tuvo tiempo de poner orden en las empresas que dependen de la Administración autonómica.

Verdeguer siempre deslizó que los recortes de gasto vendrían acompañados de medidas de impulso de la economía productiva, pero apenas ha logrado introducir alguna simplificación administrativa para impulsar la actividad comercial. La única vía para hacer con mucho menos.