El milenarismoya está aquí
Nunca me creí el Apocalipsis de San Juan, ni las profecías de Nostradamus, ni siquiera las muy fiables predicciones de Paco Rabanne. Y ahora empiezo a sospechar que lo de los mayas de 2012 va en serio. No sé si es la crisis o la influencia subliminal de la Agenda del fin del mundo de Blackie Books que estoy usando este año, pero estos últimos días he detectado signos que dan la razón a los que apuestan por la hecatombe inminente.
Comencemos con el tema más importante de la semana: Alaska en Interviú. No entraré en si está bien o mal que un mito de la música española, además de mujer inteligente y cultivada, se fotografíe en bolas emulando a Inma de Gran Hermano 7, entre otras. Tampoco tengo nada que objetar a que Olvido se vaquerice mientras Mario se alaskiza: si te va la pandroginia, es asunto tuyo. La imagen pesadillesca que me persigue es la del implante de sandías en los pechos. Seré un antiguo, pero a mí las hibridaciones contra natura de humanos con frutas me dicen que algo malo va a pasar.
Lla hija de Beyoncé no es cualquiera. Nos jugamos el 'cuore' del futuro
Sigamos con otra noticia de estas que te cambian la vida: Beyoncé y Jay-Z han tenido su criatura después de que ella haya pasado el embarazo poniéndose ciega a ketchup. La cantante ha dicho que se lo echaba a todo en el desayuno, la comida y la cena, postres incluidos. Se desconocen los daños que la salsa haya podido causar en la pequeña Blue Ivy, pero temo que haya quedado marcada de por vida por el vicio de su madre. Dirán que lo de Britney Spears, a la que según la prensa amarilla le dio por comer tierra además de Cheetos y pollo frito, era peor. Pero no. La hija de Bellezón no es cualquiera. Es la Suri Cruise de la música, y con ella nos jugábamos el cuore del futuro.
Dejo para el final lo más espeluznante. Miguel Bosé ha sido investido cofrade de honor de los Amigos de los Nabos. No solo se calzó sin miedo al ridículo el gorrito y la capelina que, según parece, llevan los pertenecientes a esta peculiar asociación de La Foz (Asturias). El artista besó en la ceremonia un nabo de tamaño descomunal, uno de los más grandes que he visto en mi vida (y he visto unos cuantos). Aclaro que esto no es un delirio mío, sino la pura realidad. Según recoge el diario La Nueva España, Bosé declaró: "He comido mucho nabo, pero como este, ninguno". ¿Ven como el milenarismo ha llegado ya?
A la edad de 48 y más de 20 años después, Alaska ha vuelto a posar para Interviú.
Babelia
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