Los funcionarios protestan contra los recortes
Unos 11.000 empleados públicos, según los Mossos d'Esquadra, salieron ayer por la tarde a la calle en Barcelona, coincidiendo con el debate presupuestario en el Parlamento autónomo, bajo el lema No a los recortes, salvemos los servicios públicos. Los trabajadores protestaron contra el ajuste de sus condiciones laborales y salariales, que afecta a los 203.000 empleados de la Administración catalana. La Generalitat pretende ahorrar 625 millones. A la marcha acudieron personal de la Administración, bomberos y mossos, y se vieron muchas camisetas amarillas, que es el color con el que se identifica en Cataluña el apoyo a la enseñanza pública.
La manifestación quedó prácticamente disuelta hacia las ocho de la tarde, después de que llegara hasta el Parlamento, ferozmente blindado por los Mossos d'Esquadra. Un grupo de representantes sindicales atravesó el cordón policial, tras identificarse, y se reunió con representantes de todos los grupos de la Cámara para expresar su malestar ante el recorte.
La manifestación recorrió el trayecto que separa la plaza de Sant Jaume y el Parlament, por la Via Laietana. Fue una marcha numerosa, pero contenida. Dominaban las pancartas con unas grandes tijeras tachadas y el lema Prou retallades (Basta de recortes). También se vieron carteles que denunciaban: "Recortar es robar". Los 12 sindicatos que cuentan con representación en la Administración -entre ellos CC OO, UGT, IAC, USOC y el Sindicato de Médicos- consideran los recortes "un ataque directo a la calidad de los servicios como pilar fundamental del Estado de bienestar", y, según el manifiesto redactado conjuntamente, "incide en el empeoramiento de las condiciones de sus trabajadores y deteriora la calidad del servicio y las prestaciones a la ciudadanía". Además, aseguraron que entre recortes salariales directos e indirectos (de pagas y beneficios) perderán entre el 15% y el 20% de su poder adquisitivo.

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