_
_
_
_
Reportaje:

Reyes regresa al cascarón

El extremo, harto de la industria del fútbol, vuelve a casa, al Sevilla, su única motivación

La estación de Santa Justa de Sevilla vivió la expectación de los días importantes. Tras una negociación eterna y tras perdonar un millón de euros al Atlético, José Antonio Reyes es jugador del Sevilla. Por la mañana se entrenó con su exequipo, luego firmó la rescisión de su contrato en los despachos y llegó en AVE a la capital andaluza a las 17.30. Allí lo recibieron su padre, Jesús; el vicepresidente del Sevilla, José Castro, y el secretario técnico, Víctor Orta, además de un enjambre de aficionados y cámaras. Hoy, día de Reyes, será presentado con el dorsal 21.

Se plasmó la vuelta del hijo pródigo justo ocho años después de su marcha al Arsenal. Entonces, en enero de 2004, la venta del joven extremo, de 21 años, a cambio de 30 millones, salvó al club de las deudas. Ahora regresa tras el pago de 3,5 millones al Atlético más un máximo de 500.000 euros por variables. El Reyes que llega al Sevilla, con 28 años, sigue siendo una incógnita, no por su calidad futbolística, sino por sus ganas de volver a ser un futbolista importante. "Al único futbolista que le he visto hacer lo que hace Messi es a Reyes. Se me escapa por qué no ha seguido con esa progresión que tenía en el Sevilla conmigo", dice Joaquín Caparrós, el técnico que le dio la titularidad en Primera; "solo en el Sevilla puede volver a ser grande".

Del Atlético campeón de la Liga Europa se han marchado ya 19 futbolistas

Javier Aguirre ya había resuelto que la figura del Atlético era un caso perdido: "Reyes es uno de los mejores jugadores españoles de su generación, por técnica y físico. Pero es un enigma. Si no reacciona, acabará jugando en el Pájaras Playas". Reyes tenía entonces 26 años. Su clase era comparable a la de Iniesta, golpeaba el balón como Villa y era un futbolista resistente. Era uno de los más capacitados y, sin embargo, no formó parte del grupo de jugadores que levantaron la Eurocopa y la Copa del Mundo. Cuando le preguntaron si no sentía que debía estar en ese equipo destinado a inscribir la página más gloriosa del fútbol español, respondió con una sonrisa: "Ellos también son buenos".

Reyes fue un pionero. Fue, con 16 años, el más joven en debutar con el Sevilla. Traspasado al Arsenal en 2004, ocupó un lugar relevante en el equipo que conquistó la Premier y estableció una nueva marca histórica: fue el primer español en ganar la Liga inglesa. Desde entonces, solo Piqué, suplente del United, la ha logrado.

Hasta 2008 ningún futbolista español había movido más dinero en traspasos. Reyes estimuló al Arsenal, al Madrid y al Atlético a pagar más de 40 millones entre 2004 y 2007. Reyes fue el primer español en transitar la compleja industria del fútbol contemporáneo. Con la particularidad de que a él la industria le importó un bledo. Despreció las exigencias del profesionalismo, los imperativos disciplinarios y la etiqueta de las relaciones de poder.

A Reyes lo único que le ha gustado de su carrera ha sido el fútbol y el dinero que le han pagado para que jugara. Los demás formalismos le han atormentado. Aguirre no logró comprenderlo. Ni Capello. Ni Mijatovic. Ni Abel Resino. Ni Gregorio Manzano. Ni, en general, todos aquellos ejecutivos que entienden que el fútbol es un negocio. Un sistema en el que es preciso trabajar, producir, y, muchas veces, transigir.

Reyes firmó su primer contrato profesional con 14 años y lo primero que hizo fue comprarle un chalet a sus padres en Utrera y construir una gran piscina en el jardín. En el fondo del vaso mandó estampar un escudo azulejado del Sevilla. Era otro. Ahora parece más harto que nunca de las exigencias de la industria. Solo su tierra, su gente, y la pelota, parecen motivarle.

Con la salida de Reyes, el Atlético acaba de descomponer el equipo del doblete europeo de 2010. De la plantilla campeona de la Liga Europa han desaparecido ya 19 futbolistas. Solo cinco de los jugadores actuales (Domínguez, Perea, Tiago, Assunçao y Antonio López) estuvieron en los dos éxitos del equipo de Quique Flores.

José Castro, vicepresidente del Sevilla, recibe ayer a Reyes en Sevilla.
José Castro, vicepresidente del Sevilla, recibe ayer a Reyes en Sevilla.PACO FUENTES

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_