Otra bronca tensa la relación entre Caballero y el BNG

Esta vez fue un convenio con el centro social de la parroquia de Teis el que originó la disputa. A la derecha del salón noble del Ayuntamiento de Vigo, los concejales del PP y el BNG unían sus votos para solicitar que se mantenga el acuerdo con la asociación de vecinos que gestiona el centro frecuentado por jubilados. A la izquierda, los socialistas insistieron desde sus butacas en la propuesta de privatización del servicio. Entre el público, una mayoría de vecinos con pancartas que no bajaron en toda la mañana: "El alcalde nos deja tirados", decían.

La de ayer es una gota más en el vaso medio lleno de las malas relaciones entre el alcalde socialista, Abel Caballero, y el grupo nacionalista liderado por Santi Domínguez, de quien depende el PSdeG para sacar adelante los presupuestos municipales.

El alcalde de Vigo necesita el apoyo del Bloque a sus presupuestos

La moción de PP y BNG sobre Teis fue aprobada con la abstención del PSOE, que evitó así verse acorralado por la temida pinza de la oposición. "¿Va a cumplir el apoyo que emana de la moción?", retó Domínguez al alcalde mientras le informaba de que, si no contestaba, se ausentaría de la sala hasta que se produjese la votación. Así ocurrió. Los tres ediles del BNG se marcharon del salón de plenos tras acusar al PSdeG de querer "tocar algo que viene funcionando perfectamente". Para Santos Héctor, concejal socialista e histórico dirigente de UGT, la medida se justifica por "la austeridad".

Caballero calificó el desplante como "poco serio". Pero nada más real que el gesto de advertencia a su gobierno. "Después que no se eche la culpa a nadie de que no se colabora o no se negocia con el gobierno municipal", aseguró Domínguez a Europa Press tras la sesión. Preguntado sobre si esta cuestión incluye los presupuestos para el próximo año, aseguró que la advertencia "es extensible a todo lo que se quiera hacer extensible".

Domínguez avanzó que si la ciudad no tiene presupuestos "no será culpa del BNG, pues dependen del alcalde y el gobierno municipal". Entre su catálogo de reproches figura siempre el mismo: la "prepotencia" del regidor, que ahora suma constantes incumplimientos de las mociones que apoya el BNG.

Dos capítulos más crisparon el último pleno del año. A primera hora se leyó un comunicado de la Federación de Vecinos Eduardo Chao, que quiere que el Ayuntamiento siga subvencionando su actividad. La entidad acumula un largo historial de desencuentros con el socialista. Ayer volvió a acusarlo de ahogar económicamente la entidad por hacer valer su "independencia en relación con temas como la subida de tasas, o la propuesta de un trasvase en el río Verdugo". Esas "legítimas discrepancias", dicen, les cerraron las puertas a las subvenciones, "suspendiendo todo el compromiso adquirido para el sostenimiento económico de la entidad". Sin él, aseguran, no podrán continuar.

La entidad aseguró haber recibido durante el 2011 43.990 euros, "menos de la mitad de los falsos 90.000 a los que hizo referencia tanto el concejal de Participación Ciudadana como el propio alcalde".

Otra polémica estuvo en la fundación Igualarte, que trabaja con discapacitados. Tenían la promesa del regidor de contar con un nuevo local. Para reformarlo solicitaron un préstamo ICO con la garantía de los padres de los usuarios del centro. Pero la cesión se esfumó porque el inmueble está limitado para uso público.