_
_
_
_
_

La lluvia de dinero no disipa las dudas de los inversores

La deuda española pone fin a ocho días seguidos de mejora y cae el euro

Álvaro Romero

Los bancos acudieron ayer en masa a la subasta extraordinaria de liquidez del Banco Central Europeo (BCE). Pero esta abundancia de dinero fresco y barato no logró disipar las perennes dudas de los inversores sobre una pronta salida a la crisis. Ante este mar de fondo, la orden dominante fue la de vender, lo que dio al traste con la mejora acumulada por la deuda española durante las últimas ocho jornadas. También volvió a empeorar la situación de Italia, el euro cayó y en las Bolsas la tónica fue la de recoger beneficios tras las fuertes subidas de las jornadas previas.

Si durante las últimas semanas los bancos habían apostado con fuerza por la deuda española con vistas a usar los títulos del Tesoro como garantía para pedir prestado al BCE, ayer tocó el turno de lo contrario. Así, las entidades optaron por devolver al mercado los activos no empleados en la barra libre de liquidez. Por su culpa, la prima de riesgo de España, que es el sobreprecio exigido a sus bonos frente a los alemanes, de referencia, subió en 24 puntos básicos hasta los 334 en la que fue su peor jornada en dos semanas.

Más información
El BCE inyecta medio billón a la banca para evitar un colapso de liquidez

El cambio de tendencia quedó patente de forma clara y concisa en la rentabilidad exigida a los títulos a dos años del Tesoro. Tras ocho días a la baja, el interés volvió a subir hasta el 3,6%. Pese a ello, se mantiene lejos de la zona de riesgo que los expertos establecen a partir del 5%.

Para Italia, que venía de una mejora bastante más moderada que España por el menor apoyo de la banca del país a su deuda, el deterioro fue menor. El regreso de las ventas elevó su prima de riesgo en 19 puntos básicos hasta los 485, con lo que se mantiene cerca de la barrera de los 500 puntos que acabó arrastrando a Grecia, Irlanda y Portugal al rescate. También sus bonos a dos años siguen sobre el 5%.

En las divisas, el euro volvió a depreciarse hasta los 1,30 dólares mientras, en las Bolsas, el español Ibex 35 se dejó un 0,90% en línea con el resto de Europa, Italia incluida.

Ahora que los banqueros tienen los bolsillos llenos, la incertidumbre que ayer condicionó el ánimo de los inversores es si esta ingente cantidad de dinero llegará a la economía real para disipar los riesgos de recesión. Tal y como resumió Nicolás López, director de análisis de MG Valores, "conseguir que la economía se reactive dependerá de otros factores -como reanudar el crédito o reducir el déficit sin estrangular la actividad- que no se van a producir a corto plazo".

También hubo quien puso en duda que este dinero se destine en el futuro a comprar más deuda de los países bajo presión. El motivo es que el exigente calendario de vencimientos de la banca acaparará una buena cantidad de los fondos obtenidos. De hecho, la alta demanda de la subasta se interpretó como un signo de que la debilidad del sector financiero es mayor de lo que se preveía. En román paladino: los bancos ni son capaces de prestarse unos a otros ni confían en poder hacerlo en un futuro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Álvaro Romero
Redactor del equipo de Redes Sociales y Desarrollo de Audiencias en EL PAÍS. Es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_