Con la mirada puesta en Alperi
Las declaraciones de ayer apuntan en dirección a la figura del exalcalde de Alicante como el máximo responsable del supuesto intento de amañar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante. Profundizan, en este sentido, en la línea con lo que mantienen la policía y el fiscal Anticorrupción, Felipe Briones, que apuntan al exalcalde alicantino y actual diputado en las Cortes Valencianas como el cabecilla que tejió la trama que ahora se investiga en una pieza del caso Brugal.
La investigación cree que Díaz Alperi se valió del despacho Salvetti Abogados (del que son socios José Luis Castedo, hermano de la actual alcaldesa de Alicante, y el exedil socialista Javier Gutiérrez) como puente para facilitar al promotor local Enrique Ortiz datos secretos del planeamiento en redacción. Ambos socios están imputados en el sumario, que entre ayer y el próximo 10 de enero se completará con la declaración de nueve testigos.
Entre estas nueve citaciones destaca la del hijo del exalcalde Alperi, Otto Luis Díaz González, que declarará el próximo 10 de enero. Entre la lista de supuestas dádivas del empresario Enrique Ortiz a Alperi a cambio del trato de favor en el PGOU de Alicante, el fiscal destaca la aportación del promotor en nombre del hijo de exregidor de la cuota (30.000 euros en total) para la constitución de la empresa de publicidad Verass Operadores Publicitarios, SL. En una conversación incluida en las escuchas del caso entre el hijo de Alperi y Ortiz, el primero le pregunta al segundo si le va a poner el dinero que le había asegurado su padre.
De los testimonios de ayer en el juzgado, el más claro fue el del arquitecto catalán Lluís Cantallops, quien, preguntado por su relación con Díaz Alperi y Castedo, aseguró que, en un contexto de desencuentro total y completo con el equipo de gobierno de Alicante, el primero era "más guerrero" y la segunda, "más discreta".
Por otro lado, Miguel Ángel Cano, técnico responsable de planeamiento que ya trabajó en el PGOU de 1987 (y aún vigente) y relegado en la remodelación del área de Urbanismo acometida por Sonia Castedo en 2007, aseguró no haber recibido presiones durante su trabajo con el nuevo planeamiento de Alicante.
El único que disculpó ayer expresamente a Luis Díaz Alperi fue su amigo y exconcejal Pablo Suárez, que indicó expresamente que Alperi no le presionó en ningún momento para que beneficiara a su hijo en una adjudicación.
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