La esperanza que llegó por el aire

Las pistas del aeropuerto de Lleida-Alguaire, habitualmente desiertas, recibieron ayer los dos primeros aviones que el operador Neilson Thomas Cook tiene previsto enviar desde el Reino Unido repletos de aficionados al esquí. Esta vez fueron 400 turistas, con un 85% de ocupación en los aparatos, de los 16.500 que en total se esperan esta temporada al precio de entre 500 y 900 euros la semana.

Alex Flanegan, de 20 años y seguidor del Manchester City, es la segunda vez que va a esquiar a Andorra y defiende que es más rápido y barato hacerlo desde Lleida-Alguaire que a través de Toulouse, cuyo aeropuerto utilizaba hasta la pasada temporada el operador turístico. "He venido con mi familia y, además de esquiar, aprovecharemos para comprar los regalos navideños. Lo que más me ha gustado de este aeropuerto es su sencillez y la agilidad del control de pasaportes", explicó justo antes de subir al autocar. El delegado de la Generalitat en Lleida, Ramon Farré, y el alcalde de la ciudad, Àngel Ros, manifestaron que ayer fue "un día grande" para el aeropuerto de Lleida-Alguaire, que se abre al sector de los operadores turísticos. "Hoy hemos empezado a ser el aeropuerto de referencia de los Pirineos", afirmó Ros.

La Generalitat ve en los aficionados a la nieve la salvación del aeródromo

Los dos vuelos, que llegaron con 15 minutos de adelanto, procedían de Londres y Manchester. Son los primeros, pero las Administraciones quienes asegurarse de que no sean los últimos, ya que los operadores turísticos son la esperanza de Lleida-Alguaire, único aeropuerto gestionado por la Generalitat y que acumula fracasos en sus intentos de consolidar vuelos de aerolíneas comerciales. Actualmente solo cuenta con un vuelo semanal, subvencionado, de Air Nostrum a Palma, tras la estampida de Pyrenair, Vueling y Ryanair.

Los pasajeros, entre los que abundaban las familias con niños, se mostraron sorprendidos por la avalancha de periodistas que asistieron al aterrizaje y la funcionalidad de las instalaciones. No es de extrañar que todo estuviera en su sitio: el aeropuerto realizó dos ensayos generales con estudiantes y jubilados para que todo saliera al gusto de los esquiadores.

Pese a que es la Generalitat la que financia Alguaire, el destino de los viajeros no son las pistas catalanas, sino las de Andorra, destino preferente en los catálogos de Neilson Thomas Cook. Baqueira-Beret, que abre sus instalaciones mañana, podría incorporarse también como destino de los turistas británicos.